Una de las pocas posesiones que no se compran con dinero es la reputación, pero en estos tiempos de redes sociales cuesta tanto ganarla como poco perderla. Lo saben muchos usuarios de Facebook que han visto cómo un virus informático ha publicado mensajes en su nombre con vídeos de porno duro o que han avalado con un Me gusta supuestas historias conmovedoras o solidarias que han acabado siendo promociones de productos dudosos. Prácticas que cada vez se vuelven más sofisticadas.
Los afectados de la última oleada de este tipo de virus, registrada desde el mes pasado, se han encontrado con textos y vídeos ajenos como si fueran propios en su perfil, el aval de su firma a un producto en el que no creen o que algún amigo virtual pensara que era aficionado al porno o a la pederastia. Y esto puede tener consecuencias no solo personales sino profesionales si encima tiene un perfil público --y por tanto lo ve todo el mundo: un jefe, un posible empleador-- o cualquier otra casuística comprometida. Por no hablar de repercusiones si el afectado es menor, porque los virus no discriminan.
Además, en varias ocasiones, Facebook les ha cerrado la cuenta por difundir contenido inapropiado tras ser denunciados por otros usuarios.
USUARIOS DE ‘CHROME’
Pero no solo la reputación puede quedar tocada. El programa está diseñado para captar la lista de amigos, la contraseña y la información personal (móvil, dirección, correo...), que en el caso de administradores de páginas de empresa puede incluir datos bancarios. Por ahora, el virus afecta a usuarios de PC con navegador Chrome –la combinación más habitual–, pero los expertos en seguridad no descartan ver pronto versiones para Mac o Linux, y otros navegadores.
«Son programas que intentan engañar al usuario con un enlace a un vídeo en una página parecida a Youtube pero que exige descargar una extensión del navegador donde se aloja el malware», explica Josep Albors, director del laboratorio de la empresa de antivirus ESET España. «Hace años que hay enlaces en Facebook con virus, pero cada vez se sofistican más. En este caso, el programa aprovecha que el usuario mantiene abierta en otra ventana la sesión de Facebook para robar datos personales y bancarios», añade.
Aunque no hay cifras específicas para España, la compañía calcula que 10.000 personas se vieron afectadas en todo el mundo por un vídeo porno distribuido fraudulentamente en Facebook en día y medio. La compañía de Mark Zuckerberg asegura que «ha desarrollado sistemas automatizados», en colaboración con empresas de seguridad, que «identifican enlaces potencialmente dañinos y los bloquean para evitar su expansión», y remite a los enlaces en la red social para bloquear contenidos a propuesta de los usuarios.
En Twitter, Symantec detectó el mes pasado otro malware que publicaba en nombre de usuarios mensajes pornográficos, aunque en este caso no solo usaba los seguidores, sino que llegaba a cambiar la foto del perfil, el nombre y el texto de presentación. Entre los afectados figuran algunos famosos en EEUU, como el dúo musical canadiense Chromeo, el actor cómico Azeem Banatwala, el jugador de fútbol americano Cecil Shorts III y el reportero de The New York Times David Carr, fallecido el año pasado y que tenía la cuenta aún abierta. Por su parte, la red social Twitter las restauró tras las numerosas denuncias realizadas por los afectados o sus familias.
‘CAMBIAZO’ DE UN VIRAL
Otra muestra de cómo la reputación digital puede verse afectada es el Like farming, una práctica en la que se crean páginas para obtener muchos Me gusta y luego venderlas al mejor postor. El mecanismo es sencillo. Alguien crea una página en Facebook y publica una historia conmovedora (en especial con niños, perros o acciones solidarias que remueven conciencias y tienen muchas visitas y una amplia difusión entre los millones de usuarios de esta red social), o un concurso que ofrezca un premio suculento. Como ningún comprobará si la historia es falsa y muchos la compartirán rápidamente, el autor se asegura su difusión sin mucho esfuerzo.
«Cuando la página llega al nivel de adhesiones buscado, sus autores cambian el contenido o incluyen un código para difundir un virus o un enlace a una página de phishing para captar contraseñas o datos bancarios», explica Pedro García-Villacañas, director técnico de Kaspersky Labs en España. «Como Facebook prima los posts más compartidos, la supuesta historia conmovedora aparecerá casi siempre en las primeras posiciones del muro de un usuario nuevo de Facebook, lo que la ayudará a seguir expandiéndose», añade.
Al cabo de unas semanas, dicha página cambia tanto de dueños como de contenidos, mantiene los Me gusta originales y pone donde había la historia de un perro abandonado publicidad de fármacos vetados, por ejemplo. El engaño no recibe muchas quejas porque casi nadie repasa a qué le dió Me gusta.(Diario Córdoba.Barcelona)