El bombero de Puente Genil regresa hoy a Córdoba de su misión humanitaria en Katmandú y la aldea de Sahku
«Hay mucho caos, mucha descoordinación y, sobre todo, pánico a que vuelvan a producirse nuevos terremotos». Ése es el panorama con que se ha encontrado en Nepal el bombero cordobés Antonio Mengual, quien viajó el pasado día 13 junto a otros dos compañeros de la ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras -el bombero madrileño Ángel Augusto y la sanitaria Miriam González- para llevar un cargamento de entre 500 y 600 kilos de material médico, quirúrgico y comida.
Mengual, perteneciente al parque de Puente Genil y miembro de la Unidad Canina de Rescate (UCR), es el segundo bombero del Consorcio Provincial de Extinción de Incendios que viaja a aquel país asolado ya por dos temblores sísmicos, ya que Antonio Caballero viajó junto a su perro de inmediato tras el primer terremoto ocurrido el pasado 25 de abril.
«El panorama es diferente a cuando fue Antonio Caballero; el desescombro ha terminado y ahora se están llevando a cabo ya labores de limpieza y de vuelta a la normalidad», ha explicado desde Madrid Mengual, quien esta misma tarde espera llegar a la capital cordobesa.
Dos réplicas más
No obstante, el miedo entre la población es constante. «En el tiempo que estuve allí se produjeron dos réplicas más, de 4,8 y 5,7, y, aunque no son muy fuertes, la gente sigue en la calle y se niega a regresar a sus casas». Las calles de Katmandú, la capital, donde la destrucción se ha cebado especialmente en los templos y monumentos, «se ven tiendas de campaña por todas las esquinas y parques, aunque hay numerosos edificios fuertes que resisten bien», ha añadido el bombero.
Su labor, además de entregar el material para la Cruz Roja nepalí y para el horfanato Children Organitation of Nepal de Katmandú, consistió en viajar a la aldea de Sahku para comprobar si los edificios que quedaban en pie mostraban la seguridad suficiente para entrar en ellos y recoger ropa y otros objetos personales. «Era una localidad de 5.000 habitantes y han quedado 2.500, la mayoría han huido de allí; están en pie el 40% de los edificios, de ellos 15 o 20 unidades tienen posibilidades de entrar dentro y sólo el 5% es habitable», ha señalado.
El material de Bomberos Unidos Sin Fronteras incluye hasta cinco toneladas que no se ha podido trasladar a Nepal ahora por falta de compañías aéreas capacitadas para ello. «Ya hemos apalabrado con la Cruz Roja nepalí que cuando podamos enviarlo, ellos se encargarán de la recepción y su posterior distribución». Lo que ahora necesitan son material médico y quirúrgico, ropa, tiendas de campaña y plantas potabilizadoras.
«Son un pueblo increíble y me ha impresionado sobremanera lo fuertes que son; tan sólo necesitan que alguien los organice, porque mano de obra y voluntad tienen a manos llenas», ha señalado Antonio Mengual. ( Abc. J.M.C )
