El Viernes Santo por la noche en este pueblo
a los murguistas causó admiración
en la calle Don Gonzalo
cuando estaba formada la procesión.
Decían que habían sonado disparos
y enseguida comenzó la agitación
y lo que allí sucedió os lo vamos a explicar,
fue de una gaseosa el tapón
y empezaron a correr
de una forma tan atroz
que perdieron los zapatos
y otras prendas de valor
sacaparán, sacaparún, sacaparón.
CUARTELERA
De la frente de Jesús
cayeron gotas de sangre,
y no pudieron borrarlas
ni los besos de su Madre.
Según Aguilar y Tejera, el PUEBLO atribuye esta a los Hermanos Álvarez Quintero
