Tal día como hoy 12 de marzo de 1912, y según reseña D. Baldomero Giménez en su Semanario, a las 10:00 horas se encontraba jugando en la orilla del río Genil a su paso por la Ribera Baja, en unión de una muchacha de su edad, el niño de diez años Antonio Gálvez, hijo del vecino de la citada entidad rural, D. Bernardo Gálvez.
Al parecer, jugando con la muchacha, comenzó a echar la gorra por algo, hasta que en cierta ocasión se le cayó al río, y por querer cogerla se arrojó al agua con tan mala fortuna que se hundió desapareciendo por completo.
La muchacha, con temerario arrojo se lanzó igualmente al río con ánimo de auxiliar su amiguito, pero como no pudo encontrarlo, se sujetó a un taraje y pudo salvarse.
El Juez municipal, al no encontrarse el cadáver telegrafió a las autoridades de Ecija y Palma del Río para que den cuenta si apareciera por aquellos lugares.
Se adjunta fotografía de las primeras décadas del siglo XX de las riberas del Genil, donde se observa una escena que pudiera reflejar algo similar al motivo del luctuoso suceso.