Hace unos dias, leyendo un recorte de prensa de 1978, IPSO FACTO, recordé haber visto una instantánea fotográfica de esa reseña en el antiguo Anzur,
Inmediatamente busqué en el archivo, y efectivamente, la memoria no me había fallado, allí estaba plasmado el documento gráfico que atestiguaba la noticia aparecida en un periódico de tirada nacional, aunque más ampliada, y que seguidamente reproducimos en su totalidad, y cuyo redactor era el malogrado cronista de la Villa, D. Francisco Luque Estrada.
"Puente Genil ha disfrutado siempre de esa originalidad y gracejo que ofrecer vivir en el Centro Geográfico de Andalucía, y ello queda palpablemente reflejado en simpatía que han ido derrochando por las calles de nuestro bello pueblo una pareja de recién casados, que distanciándose de los tiempos modernos han querido realizar su paseo de desposados en un típico burro.
La ceremonia religiosa tuvo lugar en la Parroquia del Santuario de Jesús Nazareno, donde recibieron las correspondientes bendiciones, el novio Enrique Aguilar Herruzo, natural de Écija, y María del Rosario Delgado García, nacida en Río Frío ( Granada) y ambos vecinos de Puente Genil.
Fué graciosa la cosa, pues tan pronto salieron del templos los novios, tenían preparado el citado burro clásicamente ataviado, donde subió el novio y la novia a la grupa, y tras ellos los padrinos, también en burro, todos vestidos con las prendas adecuadas para tan significativo acto.
Los novios, derrochando alegría y felicidad, iban echando trigo y arroz, ante una manifestación de infinidad de personas que le aclamaban y vitoreaban, llegando así hasta el salón donde tuvo lugar el consabido banquete, e incluso a la galería fotográfica.
Al burro se le ofreció su correspondiente " cubierto especial " para él , y finalmente subieron nuevamente los desposados en dicho animal que les llevó hasta el Arroyo de las Torrecillas, situado la Aldea de Los Arenales dentro de este término municipal, donde habían instalado su confortable hogar.
Como estaba previsto, se presentaron varios coches que no quisieron utilizar los novios ni padrinos y que fueron desocupados detrás de la ufana comitiva entre la algarabía del entío donde iban muchas mocitas y solteras que se peleaban por quitarle los laureles a la nueva ama de casa.
Antiguamente los novios iban al altar a pie, no cabe duda resultaba mucho más brillante que en automovil Esta nueva pareja ha querido hacerlo en burro sellando con ello el tipismo , sin volar ni correr, simplemente al paso y parecen felices de verdad."
