Las elevadas temperaturas que se registran en las últimas semanas afectan de manera negativa a cultivos tan importantes para la economía cordobesa como el del olivar. Se trata de una situación que, además, este cultivo arrastra desde la pasada primavera, en la que tampoco se registraron precipitaciones y que también provocaron daños en la flor.
Ante las previsiones meteorológicas de las próximas semanas, que indican que el calor va a ser constante y el hecho de que tampoco se vayan a registrar precipitaciones, el presidente de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, aseguró ayer a El Día que las altas temperaturas y "la primavera seca que hemos tenido no sientan nada bien al olivar".
Fernández de Mesa reconoció que con esta situación climatológica de los últimos meses "habrá menos cosecha; eso es algo incuestionable", si bien, no pudo cuantificar la merma que se registrará una vez que comience la campaña.
El calor también provoca daños en el crecimiento del fruto y, según el responsable de Asaja, ahora "la aceituna no está rellena de carne". Se trata de una situación que llega, además, después de la escasez de última cosecha, una de las más cortas de los últimos tiempos y que, por ello, había despertado buenas expectativas en el sector.
Fernández de Mesa también aludió al precio de venta del aceite, que según informó el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en la semana del 29 de junio al 5 de julio, el valor para el virgen extra en Córdoba era de 355 euros por cien kilos. A su juicio, se trata de un "precio sostenible y aceptable".
La cooperativa andaluza Dcoop, por su parte, prevé que la próxima cosecha de aceite de oliva en España será "media-baja" y rondará las 1.300.000 toneladas y considera que la "clave" estará en que no se retrase la lluvia en septiembre. El subdirector general de Dcoop, Rafael Sánchez de Puerta, consideró que el "principal problema" que tiene el campo este año es la baja pluviometría que ha habido en invierno, por lo que "lo fundamental" es que haya lluvias en septiembre. Al igual que Fernández de Mesa, Sánchez de Puerta anotó que el calor registrado en mayo "fue mucho peor" y produjo más mermas de cosechas, en los cereales y el olivar de algunas zonas, que estaba en plena floración. Señaló también que la menor disponibilidad de producto por una anterior cosecha baja ha supuesto una ligera reducción en la exportación de aceites envasados, que ha sido algo más acusada en la de graneles.
Además de la aceituna, la uva también sufre los efectos de las altas temperaturas. Al respecto, Fernández de Mesa anotó que el calor provoca que "la uva sea pequeña y que no llegue al tamaño adecuado".
A estos dos cultivos se suma el del girasol, que tampoco se escapa de los estragos del estío. El presidente de Asaja indicó que en este caso la caída que se espera en el girasol "será importante porque se ha criado sin gota de agua" y añadió que el cálculo que barajan es que la recolección se reduzca en torno a un 20%.
En el lado contrario, según Fernández de Mesa, se encuentran los cultivos frutales, cuya campaña "está muy avanzada". El responsable de Asaja destacó que, por el momento, en este sector se registra "una buena cosecha" y avanzó que se esperan buenos resultados, ya que "la demanda es muy fuerte". Fernández de Mesa también hizo referencia a los precios de la fruta y anotó que, hasta el momento, "se están manteniendo".((El Día de Córdoba.LChaparro.Efe)
