Los artistas y artesanos que trabajan para las Hermandades o quienes exaltan la Semana Santa desde la poesía, el verbo, la pintura, la música o la imaginería tratan de plasmar en sus obras la Pasión de Cristo desde la parcela de su oficio y procuran desde su convicción, junto a la inspiración y su fe, resaltar las imágenes cristíferas y de las Dolorosas ya sea con un poema, con el pincel, con la pluma, con la elocuencia de su oratoria, con una marcha procesional, con una saeta, con un cántico, con el exorno floral, con el bordado, con la orfebrería, con una brillante fotografía o con la gubia y la madera.
Puente-Genil se siente orgulloso de todos los artistas que ha dado a la luz para exaltar su Semana Santa ya sean imagineros, restauradores, orfebres, bordadores, floristas, poetas, saeteros, cantores, pintores, etc. que van desde José Ruíz Rey, Miguel Romero, Agustín Rodríguez, José Cabello y Cabello, Manuel Pérez Carrascosa, Juan Hierro, Antonio Muñoz Cruces, Pedro Lavado (padre e hijo), Fosforito, Frasquito, Palos Chaparro… hasta los más recientes como Ernesto Cáceres Molina, David Pino, Julián Estrada, Rufino Rivas, Jorge Vilchez, Antonio Moreno Pozo, Eugenio Palomero, Rafael Sánchez Pérez, Antonio y Manuel Ureña, Jesús Gálvez (padre e hijo), Antonio Carmona, Carmen López Rey, Antonio Aguilar Cosano, Javier Aguilar Cejas, Plácido Pérez, Cándido J. Pérez, José-Manuel y Jesús-María Cosano Cejas, Carlos Herrerías Gómez, Dolores Mendoza, José M. Reina, Pedro García Velasco, L. Sergio Torres Romero o Esther Álvarez Muñoz.
Cada año se repite la Cuaresma pero ninguna es igual.
Cada año hay una cita con la tradición, con el recuerdo de las ausencias y con los encuentros confraternales de las Corporaciones bíblicas. Hay momentos que no necesitan convocatorias porque están en la mente de todos los pontanenses y los atrae como si de una fuerza magnética se tratara desde que pasa el Domingo de Resurrección. Los meses del año vendrán salpicados por algún Culto, un Rosario de la aurora, un acto o una cita cofrade hasta llegar de nuevo al domingo de Septuagésima, al Jueves lardero, al Miércoles de ceniza, a las subidas al Calvario, a los Cultos cuaresmales y de nuevo otra vez a la Semana mayor.
Se termina la cuaresma y con ella los ensayos de costaleros, bastoneros y bandas de música así como el arte efímero de los espléndidos altares de culto que las Hermandades levantan para sus celebraciones religiosas. Tallas, candelabros y exornos florales se han conjugado con el arte de los priostes.
Las tardes se han ido alargando y el interior de los templos se han llenado de incienso y cera. Tardes que se han unido a las noches llamando a la meditación y al encuentro con lo más sagrado. Filas de cirios han iluminado los altares de Culto. Han sido los altares de Tríduos, Quinarios y Funciones religiosas de las Hermandades que se han levantado para desmontarse pocos días después y en los que los priostes, auténticos ‘manitas’ en dominar los exornos florales y este efímero arte, ponen de manifiesto su imaginación y maestría. Los equipos de priostía se vuelcan en hacer verdaderos monumentos para realzar las Imágenes y la importancia de los Cultos tomando una gran magnitud con el añadido de conocer a cada Hermandad en su entorno. No hay dos Altares iguales, son parte del arte cofrade, de nuestra cultura y de nuestra religión. Cada Altar es único, siempre tienen detalles diferentes y se levantan para el engrandecimiento de los Titulares de cada Hermandad y captar la atención de los fieles para que les lleve a la reflexión y la contemplación de las Sagradas Imágenes que representan la Pasión y muerte de Cristo y el dolor de su bendita Madre. La Cuaresma es una preparación para la Semana Santa.
Pero este tiempo que empezó el Jueves lardero, según nuestro calendario manantero, o el Miércoles de ceniza, según el calendario litúrgico, llega hoy, Sábado de Pasión, a su fin. Atrás queda la memorable obra de teatro sobre Miguel Romero, el Rosario de la aurora de las Angustias, el Vía Crucis de las Penas, los encuentros confraternales entre Corporaciones, los Certámenes de música y la exaltación de la Cuaresma y la saeta cuartelera.
A partir de ahora Puente-Genil entero se afana en vivir su Semana Santa, ya sea desde sus Corporaciones o desde sus Hermandades, en alguna emblemática calle o en alguno de los clásicos ‘Vivas’ y encierros, vistiendo de figura o de nazareno, participando como bastonero o costalero, de espectador o penitente.
Anoche estuvimos en el Vía Crucis-Vía Matris del viernes de Dolores acompañando a la Santísima Virgen del Consuelo en el padecimiento que vivió junto a su Hijo en el Calvario. A partir de hoy y hasta el final del Domingo de Resurrección estaremos por las calles Aguilar, Baena, Don Gonzalo, Santa Catalina, la Plaza del Calvario, el Romeral, la Matallana y el barrio de la Isla. Hay que estar también en el Pregón y en las salidas de la Concepción, del exconvento, de la Vera-cruz, de San José, del Carmen, de Jesús, del Dulce Nombre, de Casares, de Lemoniez y de San Sebastián. Hay que estar en las subidas de la emblemática cuesta Baena, en las Reverencias, en la Diana, en la salida del Imperio por calle Don Gonzalo, en los ‘Vivas’ y en los encierros porque es… ¡ Semana Santa ! ( José L. Aires Rey. Ex Presidente de La Agrupación de Cofradias )
