Un año escaso de vida tiene la Cofradía de la Merced en Puente Genil y ya sus actividades y frutos, el movimiento y devoción popular en torno a la Madre Blanca, son exponente de arraigada vida mercedaria. Hay solera mariana en el corazón andaluz, y ello explica este maravilloso fenómeno de crecimiento y esplendor.
La solemne novena que las Hermanas Mercedarias de la Caridad y la Real Esclavitud han dedicado a su amantísima Madre y Patrona de la Merced del 16 al 24 de septiembre ha dejado honda huella en la vida religiosa de Puente Genil. La bellísima y amplia Iglesia barroca del Hospital Municipal. que regentan las Hermanas, se vió materialmente abarrotada de fieles todas las tardes de los cultos. Todos los pechos lucían el blanco escapulario, semejando la Iglesia una albísima alfombra tendida a los pies del altar mayor, donde, entre mil luces y flores, refulgía el trono de María de la Merced, sonriendo maternal y amorosa a sus hijos.
Con honda y sencilla elocuencia predicó todas las tardes de la novena y en la Misa de medianoche del 24, el Director de
LA MERCED, R. P. Gonzalo Alonso Fuentes, conventual de Madrid. Con la Directiva de la Real Esclavitud y un nutrido. grupo de cofrades, presidía los: actos el señor Alcalde de Puente Genil, honrándonos con su presencia también las demás: autoridades locales
Para engrosar la ya nutridísima Cofradía se inscribieron en los días del novenario 120 nuevos cofrades, a quienes en los días 20 y 24 impuso el Padre Gonzalo Alonso solemnemente el santo escapulario, en emotivos actos.
En esta rápida y somera crónica no puedo dejar de ponderar excelente coro de chicas que, con singular maestría, realzó el esplendor de los cultos. Bajo la batuta de Sor Rosario, 25 disciplinadas voces interpretaron un variadísimo repertorio de cantos polifónicos, y último día una bella Misa a dos voces, con las partes variables de la misma en puro y severo gregoriano.
Por vez primera en este pueblo se celebró la Misa solemne de la Descensión, a las doce de la noche del 23 al 24, desbordándose
los fieles por los claustros del Hospital y atrios de la Iglesia, siendo ésta incapaz para contener la inmensa riada de
devotos marianos que acudieron a la Misa. Cuatrocientas comuniones repartidas son índice significativo del fervor que reinaba
en el templo. Con Jesús en el pecho, y ante el trono de su Madre, una vez más, juraron sus hijos servir siempre a la Blanca Señora y no descansar un momento para extender y propagar más y más su culto.
Nota simpática y emocionante fué la procesión eucaristica que en la mañana del 24 se organizó — se improvisó, mejor dicho -
—para llevar la Sagrada Comunión a los presos, que así quisieron honrar a su Patrona,la Redentora de Cautivos, que,una vez más, demostró serlo al conseguir —pues Ella fue— el indulto de nueve de ellos.
Digno broche de oro de estos cultos ha sido la magna procesión que el domingo recorrió triunfalmente las principales calles
de la ciudad. En lujoso y artístico paso, la Virgen Blanca, más resplandeciente—si cabe — que nunca, bendecía y alentaba a su paso a los devotos hijos de Puente Genil, que tienen ya encadenado—con dulces cadenas de amor— su corazón al maternal Corazón de
María de la Merced.
Nuestra admiración, aplauso y enhorabuena a las Hermanas Mercedarias, a don Joaquín Chacón, fundador y presidente de la Cofradía ; a su secretario don Jesús Baena y demás directivos y organizadores de tan espléndidas jornadas marianas.(Del Boletin Terciario
Septiembre-Octubre 1953)
