Cuando la feria se trasladó en 1973 de la Matallana, donde estuvo desde 1923, a la zona del extinto Campo de fútbol y los alrededores del actual edificio de la Cruz Roja se plantearon muchas dudas sobre la idoneidad del nuevo recinto ferial y sin embargo allí se celebraron años de gran esplendor para la feria.
Entonces el parque de atracciones quedó instalado en la actual Plaza de la Marina y por delante del Campo de fútbol se ponían casetas de tiro con escopeta de aire comprimido, las clásicas de turrón, las de bisutería y juguetes, las chocolaterías, etc. Por la calle Baldomero Jiménez hacia el Colegio Agustín Rodríguez, donde se hallaba la Caseta municipal, estaban diversas terrazas donde tomar alguna bebida y la recordada taberna de El Tiri, que se trasladaba para estos días feriales a un local del Real. En el recinto de la piscina municipal se instaló unos años la caseta del Casino Líceo, que posteriormente pasó a un patio del Colegio Agustín Rodríguez y al dejar libre el lugar de la piscina pasó a ocuparlo la Caseta de la Peña Don Gonzalo.
Muy cercana al recinto ferial, en el patio de las Unidades escolares de Infantil (parvulario) de la calle Ramón y Cajal se instaló la caseta siempre animadísima de la Peña El Genil y en el patio de la Guardería infantil se encontraba la del Hogar del pensionista.
La caseta municipal desde esa época siempre ha estado en el C.E.I.P. Agustín Rodríguez por donde pasó lo más granado del cante flamenco, como Fosforito, El Chocolate, El Cabrero, Curro de Utrera, Menese, Lebrijano, José de la Tomasa, Camarón… así como populares cantantes y grupos musicales de la época como Antonio Machín, Los Tres Sudamericanos, Mocedades, Manolo Otero o Camilo Sesto. Mari Trini también vino un año y lo hizo a la Caseta de la juventud.
El año 2000 la feria tuvo otra mudanza. Su ubicación se trasladó a la Avda. de Europa y los llanos de Santa Filomena. En ese traslado es cuando empezó un cierto desafecto por la feria. ¿Por qué? ¿Qué causas motivaron esa decadencia de la feria?
Este año de 2014 la feria tiene otra mudanza y lo hace a una zona de ensanche comercial y de ocio junto al nuevo Campo de fútbol “Manuel Polinario” y hoy, como antes, mucha gente se pregunta también sobre la idoneidad del sitio escogido y si esa mudanza será acertada y acabará consolidándose como recinto ferial.
Es cierto que los tiempos de hogaño no son los de antaño. Han cambiado mucho las cosas, tanto en gustos como en economía y en preferencias. Hoy nos azota una severa crisis generalizada y las circunstancias económicas personales y familiares hacen que los gastos se contraigan. La feria resulta cara si se va todos los días y más si se quiere estar al mediodía y por la noche. Pocos bolsillos hay que lo soporten.
¿Qué mucha gente se marcha los días de feria a la playa de vacaciones…? Sí, pero hay que pensar que para muchos son de los pocos días que tienen de vacaciones y es comprensible que quieran salir para desconectar a lugares de descanso y relax, de sol y playa.
¿Que a la feria le faltan atractivos…? Cierto. Le faltan actividades atrayentes y vistosas. Ya lo apuntó el alcalde, Esteban Morales, estando en la oposición en el 2007 y 2008 cuando dijo que “la feria de agosto está herida de muerte y que su grupo opta por reforzarla con actividades”.
¿Y el calor…? No tanto. También hace calor en las de Málaga, Antequera, Archidona, Aguilar, Herrera o en el Rocío chico y ahí están. Pero además de todo eso hay que pensar que aquí somos poco feriantes. No nos tira mucho la feria. Nos tira más nuestra verbena del barrio con la que nos sentimos más cercanos. La feria tiene como principales adversarios la crisis y la falta de espectáculos. La gente cuando hay actividades de su agrado responde. No hay más que ver eventos como las cruces de mayo, la feria de la tapa, la concentración de encajeras de bolillos, la cata del membrillo, las Noches de la Villa, la fiesta de la Galana y tantos otros.
¿Qué hay quien aboga por una mudanza de la feria a mayo o septiembre? Craso error en ambos casos. Mayo está muy denso de actividades: Día de la cruz, Desamparados, Comuniones, Cruces… además de contar con la preparación de los exámenes finales de estudiantes de ESO, BUP y universitarios. Septiembre tiene en contra que se vuelve de vacaciones y hay que reponer el bolsillo, además de contar con los gastos de material escolar del inicio de curso, que no son pocos.
A la feria lo que le está haciendo falta, sí o sí, es una revisión y un cambio de look al igual que se hizo hace algún tiempo con la Navidad, que gracias a su luminoso y atrayente alumbrado artístico hoy es un referente en media España.
A la feria le hace falta un espaldarazo, llenarla de alegría, de animación, de vistosidad y de fiesta, que para eso es feria. Ahora, con el cambio de recinto es el momento de dárselo.(José L. Aires Rey)
