VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS
Su cuerpo no está en la Cruz....
lo tiene su Madre en brazos.
que amargo trance, Jesús...
Sus labios besan el rostro,
de la palidez del lirio,
y sus manos, lo acarician
con esa ANGUSTIA que, a veces,
sufrimos por nuestros hijos.
Le limpia golpes y heridas
con el óleo de sus lágrimas...
¡¡¡ No te angusties, Madre Mía ¡¡
que ya se acerca el momento,
de emoción inenarrable,
de sentir, cuando estés dentro,
el viva más entrañable
que te ha dado el mundo entero...
cuando te ofrezcan, tus hijos,
la Diana del Degüello.
MANUEL REINA GÓMEZ