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miércoles, 26 de febrero de 2014

PARTO INESPERADO EN EL COLEGIO SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL DE PUENTE GENIL

La comunidad educativa del colegio Santiago Ramón y Cajal vivió en la mañana de ayer una de esas jornadas que se quedarán guardadas en la memoria colectiva de todos. Y es que si un parto siempre es una noticia frecuente, no lo es que el mismo se produzca en el interior de un centro educativo y, además, en plena hora lectiva. La gran protagonista de esta historia con final feliz fue una vecina del barrio de Santo Domingo, Lidia Rodríguez, que, aún estando en un avanzado estado de gestación, no se quiso perder el tradicional pasacalles de carnaval que anualmente organiza el colegio, y en el que participaba su hija Claudia, de sólo 4 años.

A la finalización, la mujer se sintió indispuesta y entró a los aseos del centro educativo, momento en el que, repentinamente, le sobrevino el parto. La madre pidió ayuda y rápidamente fue socorrida por varias docentes, que comprobaron con total estupor cómo la cabecita del bebé comenzaba a asomar del claustro materno. Tras avisar a los servicios de emergencia, la madre fue llevada hasta la sala de profesores, donde se habilitó la mesa que habitualmente los docentes utilizan para sus reuniones como improvisada camilla.

Fue la directora del centro, Manoli Barba, y una auxiliar quienes ejercieron de matronas. "Fue todo muy rápido -comentó la directora pasado el mal rato, pero aún muy nerviosa- ya que a pesar de que el bebé estaba saliendo bien vimos como traía el cordón umbilical rodeándole el cuello y tenía la cara un poco moradilla". Pese esta dificultad, la improvisada matrona actuó con naturalidad: "No hemos querido alarmar a la madre. Hemos tratado de ayudarla para que se sintiera lo más segura y fuerte posible y, afortunadamente, ha salido todo bien", dijo la directora, quien recordó que el parto fue cuestión de diez minutos. A los pocos segundos de haber nacido, llegó la ambulancia.

El nacimiento de la pequeña Almudena -como así se llamará- formó un revuelo de considerables dimensiones entre las madres que aguardaban a la puerta del colegio, sin saber a ciencia cierta lo que ocurría en su interior. De hecho, con la tensión, algunos vecinos afirmaron que la ambulancia hubiera podido llegar antes de no haberse encontrado en su camino varias calles cortadas debido a las obras que estos días se ejecutan adscritas a los fondos Profea.

Tras ser asistida por los servicios sanitarios en Puente Genil, la madre y la hija fueron trasladadas al Hospital Universitario Reina Sofía, donde ingresaron pasadas las 14:00. Afortunadamente, la madre y la pequeña -que pesó al nacer tres kilos y 200 gramos- se encuentran bien. Ni Lidia ni la comunidad educativa, desde luego, olvidarán este día tan especial. Y, como confió la directora, llegará el día en que la pequeña Almudena regrese con sus cuadernos al lugar donde nació.(El Día de Córdoba. José Manuel Cabezas)