No le tembló la mano pese a los ladridos y lamentos que provenían del interior del saco. Siguió golpeándolo sin compasión y, cuando creyó que era suficiente, se marchó del lugar. Francisco A.R. tendrá ahora que sentarse en el banquillo de los acusados por la brutal paliza que, según la Fiscalía, propinó a una perra de ocho meses en octubre de 2012, a la que casi mata.
Según el escrito del Ministerio Público, el procesado, de 74 años, cogió al animal cuando merodeaba por su parcela y lo introdujo en un saco. A continuación, lo subió a su coche tipo micro-car y se dirigió al recinto del Arenal, en Puente Genil.
Allí comenzó a golpear a la perra de forma continuada y, después, se marchó. La cachorra salió arrastrándose «sin apenas poder andar», ya que sufrió heridas graves en las cuatro extremidades. La Asociación Protectora de Animales «La Guarida» salvó al animal, que, finalmente, fue adoptado.( Abc.D.D.)