Los agricultores y ganaderos de Andalucía están hartos. Han dicho basta porque las soluciones que les aportan las administraciones no parecen satisfacerles. Los robos continúan en el campo y, según las organizaciones agrarias, están minando la moral y el bolsillo de los titulares de las explotaciones, hasta el extremo de detectar casos en los que se ha optado por el abandono. No pueden más con la situación a la que se enfrentan. Esta semana, esa contrariedad se ha dejado escuchar en forma de sonadas manifestaciones por carreteras, por ejemplo, como la llevada a cabo por la UPA Andalucía contra la propuesta de reforma de la Política Agraria Común (PAC).
El pasado miércoles, los ministros de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, y Agricultura, Miguel Arias Cañete, se reunieron con representantes del sector agrario y asumieron el compromiso de revisar la actual legislación ante la demanda generalizada del endurecimiento de las penas para ladrones y receptadores de los productos robados. La sensación con la que salieron de la reunión los líderes agrícolas fue positiva. Así, al menos, lo expresó el presidente de Asaja, Pedro Barato, al escuchar de boca de los interlocutores del Ejecutivo que se va a hacer una redacción más amplia de todas aquellas zonas que estén fuera de áreas habitadas o poblaciones. No obstante, a pesar de los buenos principios, de inmediato, los agricultores han puesto el acento sobre la necesidad de que se pase de las palabras y los compromisos a los hechos. Quieren que las soluciones se adopten ya, sin demoras.( Diario Córdoba)