
Y continúa explicando que según autorización del Obispado con fecha del 10 de julio, "la Junta Gestora como único representantes legal y ante notario" se le dio permiso para que "procediera al cambio de cerradura del domicilio social de la Hermandad".
Esta acción fue la decisión de la gestora, con el consentimiento del Obispado ante "la negativa de la secretaría y de varios hermanos de reconocer el documento oficial del obispado y de desalojar el local". Días más tarde el 23 de julio, los hechos se repitieron por los mismos motivos, y entonces se hace público todo el conflicto de la cofradía.
Fernández aclara que "el interés del Obispado, y no del párroco del Carmen, de entrar en las dependencias de la cofradía no es sino tomar posesión de la sede social para el desempeño de las funciones que nos han sido otorgadas".
Concluye que el "único propósito de la gestora es el bien de la hermandad". Destacan en la nota "el apoyo incondicional de la Agrupación de Cofradías". Con este escrito quieren dejar "zanjado este tema" y piden que "hagan caso omiso a los comunicados que se están haciendo desde la web de la cofradía".
Los hechos se desataron, tras el cambio de cerradura en el patio del complejo de la iglesia del Carmen desde donde se accede a unas dependencias de la cofradía del Resucitado. Las nuevas cerraduras las pusieron el lunes el Vicario y Párroco, porque el Obispado cesó de su cargo como cofrade mayor a Antonio Santa Cruz y nombró a una gestora. Al no producirse el traspaso de bienes de la Cofradía del primero a la gestora, es cuando se producen los hechos provocando la interposición de denuncias.( Diario Córdoba. G.C.)