
Las imágenes, que datan de principios del siglo XX, habían sufrido un importante deterioro con el paso del tiempo, que ha castigado su policromía y provocado aberturas y grietas en varios puntos de las mismas.
El tratamiento realizado ha consistido en la recuperación y reintegración de policromías, la reparación de grietas y la regeneración de la capa protectora, destacando la reintegración de los dedos que faltaban en la mano de María Magdalena, y la recuperación de la perilla original en el rostro de San Juan, reaparecida en esta restauración después de tantos años escondida.