Pasaban unos minutos de las once de la mañana y pocos imaginaban en el barrio de Santo Domingo la que se les iba a venir encima en cuestión de minutos. La tradicional cantinela de los niños de San Ildefonso recordaba la fecha del Sorteo de Navidad y sonaba como eco de fondo entre los quehaceres cotidianos de los vecinos, pero, de repente, todo cambió cuando apareció en escena el número 31.821, uno de los quintos premios del sorteo, vendido en la Administración nº1 de Herrera. La suerte había querido que Miguel Beltrán, un vecino del barrio que regenta un pequeño establecimiento de comestibles y que a menudo suele vender sus productos en este municipio sevillano, repartiera una auténtica lluvia de miles de euros entre sus clientes. El afortunado adquirió varios billetes del número premiado en esta administración, y posteriormente fue vendiéndolos en su establecimiento a clientes y amigos, así hasta un total de 40 décimos en Puente Genil y otros 30 en Moriles, es decir, unos 350.000 euros. Con el paso de las horas la noticia se extendió como la pólvora por el barrio, y fueron muchos los que no dudaron en acercarse a la tienda para volver a ver de cerca al hombre que les había dado la fortuna. “Está muy repartido -comentaba feliz- y estamos muy pero que muy contentos, porque la verdad es que este pellizco le va a venir muy bien a gente humilde y trabajadora que son la mayoría en este barrio y a los que les hace mucha falta”. Miguel Beltrán, que también ha sido uno de los afortunados tras quedarse con un décimo del número, recibió a lo largo de la mañana numerosas llamadas de felicitación de vecinos de Moriles que estaban siguiendo el sorteo y que tras comprobar que sus décimos habían sido premiados con 5.000 euros, quisieron ponerse en contacto con él. “Me ha llamado mucha gente, todos muy contentos, y bueno, lo único que puedo decir es que me alegro mucho por todos”. En la misma línea, algunos de los vecinos agraciados en el barrio coincidieron con la opinión del comerciante. Así, una de las jóvenes afortunadas presentes en el establecimiento comentaba que era la primera vez que jugaba a la Lotería de Navidad y, curiosamente, también la primera vez que le tocaba. “El dinero aún no sé en lo que lo emplearé, probablemente lo meteré en el banco y más adelante ya veremos si tapamos algún agujero”.Ubicada en la calle Daoiz y Velarde, “Comestibles Beltrán” es un establecimiento de carácter familiar que regenta Miguel Beltrán en compañía de su mujer y su hijo. Para Miguel, “esta ha sido una de las cosas más importantes que le ha pasado en la vida”, pero ya puestos, “ahora intentaremos repetir suerte en el Sorteo del Niño”.
El último golpe de fortuna que vivió Puente Genil en el sorteo data de hace justamente diez años, cuando la Administración de Lotería nº1 situada en el Centro Plaza repartió buena parte de un cuarto premio.(Andaluciainformación)
