El placer resplandece en su pupila,
el entusiasmo sus facciones dora,
mientras la hiel el pecho le devora
y en las tinieblas el puñal afila.
Oculta sus raquíticas pasiones
con un manto de púrpura y diamantes;
cicuta con sus frases deslumbrantes,
y sella con un beso sus traiciones.
Dulce lenguaje de su boca brota,
feliz sonrisa entre sus labios arde
en tanto besa, hipócrita y cobarde
el látigo sangriento que le azota.
Con máscara leal, honrada y franca,
cubre el alma perdida y asquerosa,
hasta que alguna mano generosa
el antifaz a la serpiente arranca.
Adulador, prosigue el execrable
camino que con odio todos vemos;
¡ Qué nos importa ya ¡ ¡ te conocemos
y al rostro te escupimos, miserable ¡
el entusiasmo sus facciones dora,
mientras la hiel el pecho le devora
y en las tinieblas el puñal afila.
Oculta sus raquíticas pasiones
con un manto de púrpura y diamantes;
cicuta con sus frases deslumbrantes,
y sella con un beso sus traiciones.
Dulce lenguaje de su boca brota,
feliz sonrisa entre sus labios arde
en tanto besa, hipócrita y cobarde
el látigo sangriento que le azota.
Con máscara leal, honrada y franca,
cubre el alma perdida y asquerosa,
hasta que alguna mano generosa
el antifaz a la serpiente arranca.
Adulador, prosigue el execrable
camino que con odio todos vemos;
¡ Qué nos importa ya ¡ ¡ te conocemos
y al rostro te escupimos, miserable ¡
Manuel Reina Montilla
Manuel Reina Montilla nació en Puente Genil el 4 de Octubre de 1856 en la casa nº 25 de la calle D. Gonzalo ( antiguo Banco Central y actual restaurante V Califa) y fue hijo de D. Manuel Reina Morales y de Dª María del Amparo Montilla Melgar. Su fallecimiento tiene lugar el día 11 de mayo de 1.905 a las seis de la mañana.