La campaña de verdeo, que se iniciará a comienzos del próximo mes de septiembre, será una de las más complicadas de los últimos años. El sector de la aceituna de mesa atraviesa uno de sus momentos más difíciles. El descenso de los precios, la ralentización del consumo interior y las exportaciones, pese a los esfuerzos promocionales puestos en marcha por el sector, el cierre de pozos por parte de la Agencia Andaluza del Agua, así como el incremento de los costes de producción, hacen inviable la mayoría de las explotaciones de aceituna de mesa.Los productores se preparan para la cosecha de verdeo desde el desánimo por el descenso de las ventas y el aumento de los costes de producción y de poda y abonado. Este desánimo está propiciando como única vía para no continuar perdiendo dinero, la posibilidad de arrancar los olivos en determinadas explotaciones escasamente viables (Aljarafe y alrededores), ante la imposibilidad de aplicar la recolección mecanizada, dada las especiales características del arbolado y los elevados costes de recolección manual (en España se sitúan en 0,36 € por kg, mientras que en países competidores como Argentina apenas alcanzan 0,08 €/kg).La falta de liquidez deja también en un lugar dramático a la agroindustria, que no tiene dinero para pagar al agricultor, y se halla igualmente abandonada por la Administración.
Pese a que la aceituna de mesa es uno de los cultivos más significativos de Sevilla, con 250.000 toneladas de producción (lo que representa entre el 80 y el 90% de la producción de Andalucía y la mitad de la nacional) y a que es la actividad agrícola que genera más empleo agrario, coincidiendo además con épocas de escaso trabajo en el campo, no percibe ningún régimen de defensa de precios como el almacenamiento privado ni divisa el ánimo por parte de la Administración andaluza de mostrar algún tipo de apoyo que le salve de su dramática situación.
Esta circunstancia, unida a los elevados costes de producción y a la caída de los precios puede provocar que no se pueda pagar salario alguno para su recolección: cuesta más recoger la aceituna que lo que al productor de pagan por ella, con lo que se pueden llegar a perder más de la mitad del millón y medio de peonadas que genera solamente la recolección en la provincia de Sevilla. A esto hay que sumar la incertidumbre meteorológica. Si en septiembre no llueve, la aceituna no tendrá ni posibilidades ni tamaño para poder recogerse.
ASAJA-Sevilla ha demandado a los responsables de las Consejerías de Agricultura, Empleo e Innovación la puesta en marcha de un plan de viabilidad para el sector que mantenga y potencie el prestigio de nuestras aceitunas, permitiendo regular la oferta adecuándola a la demanda y manteniendo la calidad, de forma que seamos capaces de valorar nuestras aceitunas haciendo rentable toda la cadena.
Al mismo tiempo, desde ASAJA-Sevilla creemos imprescindible la puesta en marcha de un plan de almacenamiento similar al que existe para el aceite de oliva, la promoción institucional, créditos preferenciales de campaña, apoyos para la reconversión y, en su caso, para el abandono del cultivo.
Desde ASAJA-Sevilla exigimos a la Junta que se pongan en marcha de forma urgente todas estas medidas; si se permite que el sector de la aceituna de mesa siga en caída libre, arrastrará también con él a buena parte del sector agrario.
Sin embargo, el pasotismo ha sido hasta ahora la única respuesta tanto de la consejera de Agricultura, Clara Aguilera, como del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, quien debe continuar sin “tener agenda” para entrevistarse con ASAJA-Sevilla, tal como le demandamos desde comienzos del mes de julio, pues aún no se ha puesto en contacto con esta Asociación, por lo que desde ASAJA anunciamos que convocaremos a la Interprofesional de la Aceituna de Mesa para estudiar las medidas a adoptar, y que emprenderemos movilizaciones contundentes para el próximo otoño junto con otros sectores también víctimas de la dejadez y la falta de interés por parte de la Administración.(Asaja)
