Un día más reproducimos en la Sección de MIRANDO HACIA ATRÁS de Pontaneando, un hecho, en este caso luctuoso y desgraciado, que según relataba en su día el semanario local El Aviso, ocurrió el 29 de octubre de 1916, y que nos recuerda, la existencia en aquel año, del cementerio municipal en lo que hoy 100 años después es el popular y conocido Parque de los Pinos.
"Aún cuando a los vecinos de Puente Genil no interese gran cosa la noticia relacionada con el suicidio del domingo último, la publicamos para que llegue a conocimiento de los muchos pontaneses que viven lejos de su pueblo natal, a quienes interesa todo cuanto en su pueblo sucede.
José Montero Cuenca, de 70 años de edad, puso fin a sus días, el domingo último disparándose dos tiros de revolver en el parietal izquierdo, para cuyo objeto eligió el sitio que menos molestara a las personas que hubieran de intervenir en la conducción de su cadáver; la verja de hierro que cierra el paso en el cementerio de Jesús Nazareno.
Como al ser auxiliado por las primeras personas que tuvieron conocimiento del hecho, notaran que aún vivía el desgraciado suicida, en grave estado fue conducido hasta el hospital, donde falleció cuando aún no había traspasado las puertas del benéfico establecimiento.
Se desconocen cuales fueron las causas que le obligaran a poner fin a su existencia, aún cuando no sería temerario el suponer que fuera el notable quebranto que había sufrido su fortuna.
El Domingo por la mañana le vieron algunas personas, sentado en los asientos del Paseo, donde estuvo casi toda la mañana al parecer intranquilo, pues en menos de quince minutos varió de asiento más de cuatro o cinco veces.
Sin duda la agitación producida en su organismo por la terrible lucha que en su cerebro libraran su decidido propósito con otras contrarias ideas determinarían el estado de inquietud en que se encontraba.
Sin duda prevaleció en su ánimo la idea del suicidio, no hallando otra manera de dar solución a sus cuitas, y realizó el acto que dejamos relatado."
