Tal día como 30 de enero de 1983, domingo, para ser más exacto, tenía lugar en las instalaciones del Cuartel de la Corporación Bíblica de los Profetas, un cabildo de la Cofradía del Santo Sepulcro, que si bien debía de haberse celebrado en el mes de mayo o junio del año anterior, había sido aplazado hasta que su Capellán el Rvdo. D. Antonio Liébana se repusiese del grave accidente de tráfico sufrido.
Con tal motivo, el mismo D. Antonio, y con gran asistencia de hermanos, celebró la Eucaristía en el mismo cuartel de Los Profetas, siendo al final profusamente ovacionado tras sus palabras en la homilía por las emotivas palabras de gratitud y reconocimiento sufrido el año anterior de 1982, pues si se había salvado había sido por las oraciones que TODO PUENTE GENIL habían dirigido a Dios por su pronta recuperación.
Este hecho de la celebración de la Santa Misa en un cuartel, era la primera vez, o de las primeras ocasiones que tenía lugar.