Luisfe Jiménez está contento. No lo puede evitar. El cordobés regresa a casa, a su ciudad, a jugar ante sus familiares y amigos contra el club que le vio nacer al balonmano.
Vuelve usted a su casa. ¿Siente mariposas en el estómago?
Un poquito sí. Es un partido especial: mi pueblo, el sitio donde nací... Pero es cierto que cada vez estoy más acostumbrado. Es especial porque veo a mis amigos y a mi familia.
¿Cómo es jugar en esta cancha de Puente Genil que todo el mundo dice que es muy complicada?
La verdad es que es un pabellón antiguo que lo han adaptado como han podido para jugar en la liga Asobal. Y luego, al lado de los banquillos se pone un peña muy ruidosa que no para de animar y terminas los partidos medio sordo.
La pista de juego también es especial.
Sí, es una lona un poco atípica. Pero bueno, creo que es una pista muy bonita para jugar.
Usted es un jugador que no se arruga ni por el ambiente ni por el adversario.
Es verdad que a mí me gusta jugar en este tipo de ambiente. Cuando ganas en una cancha en la que el público se mete en el partido y juega a la contra te sientes más reconfortado.
¿Tiene el equipo ganas de revancha después de la derrota del pasado año?
No es una cuestión revanchas, nosotros no tenemos nada contra Puente Genil.
Me refiero deportivamente, sólo eso.
Hombre, es cierto que tenemos ganas de demostrar que lo del año pasado fue una accidente. Queremos ganar.(La Rioja.E. MADORRÁN )
