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jueves, 4 de febrero de 2016

HOY SE JUZGA EL ROBO DE 128 TONELADAS DE ACEITE EN LA COOPERATIVA " LA PONTANENSE "

Fue una calurosa mañana de junio de 2007 cuando el entonces subdelegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, presentó a bombo y platillo la bautizada como operación “Cisterna”. La Guardia Civil detuvo a 18 personas —un español y el resto, italianos— acusados de la oleada de robos de aceite que se registraron en diversas provincias españolas. Se habló entonces de cerca de un millón y medio de kilos sustraídos, valorados en más de cinco millones de euros.

Han pasado casi nueve años desde entonces y la “Cisterna” se ha ido vaciando con el paso de los años. De los dieciocho arrestados que hubo entonces, solo uno se sienta en el banquillo de los acusados en un juicio que, por fin, se celebra hoy si no surgen problemas de última hora.

Calogero A., un empresario transalpino asentado en España desde hace años, es el único que debe responder ante la Justicia por aquellos lejanos hechos. Y no lo hará, precisamente, por perpetrar los robos, sino por delitos de falsedad y receptación. Según la Fiscalía, este empresario utilizó dos de sus empresas —con sede en Baeza— para dar cobertura legal a la mercancía sustraída. Es decir, para guardar el aceite robado de las distintas almazaras en los depósitos del Patrimonio Comunal Olivarero de Espelúy, Martos y Atarfe; y utilizar documentos falsos para justificar su almacenamiento y posterior transporte. Por ello, el Ministerio Público pide una condena de cinco años de cárcel, multas por valor de 132.000 euros, la inhabilitación para comerciar con aceite durante cuatro años y que indemnice a las cooperativas y almazaras con el valor de lo robado.

El escrito de acusación provisional atribuye a Calogero A. este “modus operandi” en siete robos, perpetrados entre el 14 de abril de 2005 y el 7 de abril de 2006. Es decir, ha pasado casi una década desde que se cometiera la última de las sustracciones que hoy serán objeto de juicio. Los asaltos se produjeron en Baeza, Torreblascopedro, Villanueva de la Reina, Humilladero (Málaga), Cuevas del Campo (Granada), Noguerones y Puente Genil (Córdoba). La cantidad de la mercancía sustraída asciende a casi 650.000 kilos. El Ministerio Público explica que el acusado almacenó, a nombre de dos de las empresas de las que era administrador único, diversas partidas de aceite que previamente habían sido robadas “por personas desconocidas” en distintas almazaras o fábricas de aceite. El fiscal describe que las entregas de la mercancía en los depósitos del Patrimonio Comunal Olivarero se realizaban apenas uno o dos días después de que se produjeran las sustracciones y que las cantidades de aceite eran prácticamente coincidentes.

El Ministerio Público añade que Calogero A. adquiría las partidas robadas para poder poner el aceite en el mercado ya totalmente “limpio”, gracias que, presuntamente confeccionó facturas por operaciones de compraventa que jamás se habían realizado.

Inocencia.

El acusado niega todos los hechos que se le imputan. Su estrategia de defensa trata de demostrar que el aceite que almacenaba tenía unas características “técnicas, bioquímicas y analíticas” distintas a las del aceite sustraído. Y con respecto a las posibles irregularidades detectadas en la documentación y que la Fiscalía califica directamente de falsedad, la defensa sostiene que su confección obedece “aun error mercantil involuntario cometido por el cargador en origen”.

Los robos de aceite se convirtieron en el principal problema de orden público. La psicosis se apoderó del sector porque había sensación de total impunidad. Los ladrones iban de noche, hacían un butrón y cargaban la mercancía en camiones. El juicio de hoy no servirá para aclarar quiénes cometieron los robos. Lo que se juzga es al acusado de “legalizar” el aceite robado.(Diario Jaen. Rafael Abolafia)


EL ROBO DE ACEITE EN LA COOPERATIVA LA PONTANENSE EN LA PRENSA DEL DIA DE AUTOS


Cerca de 128.000 kilos de aceite virgen extra fueron robados en la madrugada del viernes 7 de abril de 2006 en una cooperativa de Puente Genil (Córdoba). Se trataba de la Cooperativa Olivarera Pontanense, situada en la carretera que une Estepa y Úbeda. La mercancía sustraída podría alcanzar en el mercado el medio millón de euros. Sin embargo, el presidente de esta cooperativa, José Julián Logroño, sostuvo ayer que es muy complicado vender una cantidad tan grande en el mercado sin levantar suspicacias.

Logroño explicó ayer que la acción estuvo muy bien planificada y que tuvo que haber sido realizada por "gente que había estado antes en la cooperativa y había estudiado cómo robarlo". Sustrajeron unas 128 toneladas de aceite virgen extra procedente de la campaña que acaba de terminar en la comarca cordobesa.

Según Logroño el aceite robado podría alcanzar el medio millón de euros en el mercado. La mercancía estaba asegurada, por lo que los 700 socios de la cooperativa "no sufrirán daño económico en su liquidación".

El robo se produjo durante la noche del viernes al sábado desde una empresa colindante, donde los ladrones aparcaron los camiones cisterna en los que cargaron el aceite. Sobre las 6.30 del sábado, los trabajadores de esa nave se percataron del suceso.

La reja de una de las ventanas había sido arrancada. Por ahí entraron los ladrones, quienes utilizaron las mangueras de la propia cooperativa para transportar el aceite desde los depósitos a los camiones. "Era gente que conocía la cooperativa, que sabía dónde estaba las mangueras", dijo Logroño. Debido a la presión de los depósitos, los ladrones no necesitaron ni siquiera utilizar bombas para el trasvase. 

La nave de la cooperativa contaba con un sistema de alarma y una familia era la encargada de su custodia. Sin embargo, como explicó ayer Logroño, estas personas no se llegaron a percatar del robo porque los asaltantes entraron desde la nave colindante. "Pensamos que el robo del aceite estaba muy bien organizado", sostuvo Logroño ayer.(El Pais. Manuel Planelles)