El sector afronta el reto de introducirse en los países musulmanes, donde este fruto es muy consumido en el Ramadán La cosecha aumenta un 10%, pero el calibre disminuye.
La industrial del dulce de membrillo de Puente Genil experimenta en estas semanas del otoño su pico de máxima actividad de todo el año. Desde mediados de septiembre y hasta finales del mes de noviembre, las factorías disparan su producción y dan trabajo a más de medio millar de personas para procesar alrededor de seis millones de kilos de fruto, con los que se obtendrán unos 14 millones de kilos de dulce, una cantidad similar a la del año pasado, según los cálculos del director comercial de La Góndola y miembro de la asociación de empresarios de Puente Genil Asojem, Iván Torres.
El membrillo que se emplea como materia prima se cultiva no sólo en esta localidad de la Campiña Sur, sino también en municipios de la Subbética como Priego de Córdoba y, sobre todo, Carcabuey, que precisamente este año ha celebrado su primer Membrillo Festival. La cita ha incluido actividades culturales como conferencias en torno a este fruto y ha tenido, además, un perfil más lúdico con conciertos y degustaciones.
Según Torres, la cosecha de 2015 es un 10% superior a la de la pasada campaña. Sin embargo, como ha ocurrido con otros frutos, la sequía y el calor han hecho que el calibre sea inferior al de otros años. La consecuencia, concluyó Torres, es que el volumen global de la cosecha se mantiene.
Son tres las factorías que en la actualidad se dedican a este producto, una de las señas de identidad gastronómicas de la ciudad de la Campiña Sur: El Quijote, la de mayor volumen de negocio y más antigua, San Lorenzo y La Góndola, la que conserva la producción más artesanal. Hace dos décadas, eran una treintena las empresas que se dedicaban a esta actividad. La mayoría se agrupó en una cooperativa que terminó desapareciendo y, de las cinco restantes, sólo quedan tres -han desaparecido San Pascual y La Membrillera comercializa a nivel local, pero el producto proviene de fuera-.
En cuanto a la producción, las empresas han hecho una "importante" apuesta por la internacionalización, destacó Torres. El dulce se exporta a más de 40 países, desde los más cercanos como Portugal, Francia, Alemania o Reino Unido, los que acaparan mayores ventas, a otros más lejanos como Estados Unidos, Australia, Hong Kong y diferentes estados de Suramérica. El reto del sector es ahora introducirse en países de población musulmana, pues el dulce de membrillo es muy apreciado por la población sobre todo durante el periodo del Ramadán, asegura Torres.
Desde el punto de vista económico, la producción de carne de membrillo es fundamental en la localidad. De hecho, la firma El Quijote es, junto a Iluminaciones Ximénez, la de mayor facturación en la localidad, por encima de los 12 millones de euros anuales. No sólo eso: se trata de la primera fábrica del mundo en elaboración de pasta de fruta.
El Quijote es, precisamente, el origen de esta tradición culinaria en Puente Genil. Todo arrancó en 1848, cuando el confitero Rafael Rivas Pérez abrió su primer negocio. Su tataranieto, Francisco Chacón, es ahora el presidente de la empresa. Su fábrica es actualmente la más automatizada y la que reúne mayor cantidad de elementos para asegurar los controles de calidad. Estos días, con la planta a pleno rendimiento, son seis las líneas de producción abiertas. Desde que el membrillo se introduce en las máquinas hasta que se obtiene el dulce, apenas pasa una hora gracias a mecanismos como los cocederos continuos o los nuevos sistemas de refrigeración. Y es que, en las últimas dos décadas, la fábrica ha hecho una apuesta importante por la innovación, desde una producción completamente manual a una cadena automatizada. (El Día de Córdoba. A.R.)
