Un pontanés universal visto por un imaginero pontanés. Los que transiten por el Paseo del Romeral del municipio cordobés de Puente Genil pueden apreciar ya una escultura de bronce realizada con mimo y cariño a Antonio Fernández Díaz, Fosforito, un homenaje a toda una carrera plagada de éxitos que ha promovido una plataforma con el apoyo del Ayuntamiento de la localidad.
Hijo Predilecto de Puente Genil y Llave de Oro del Cante, Fosforito ha quedado inmortalizado en el pueblo que lo vio nacer. Hacerlo no ha sido tarea fácil, todo lo contrario, se ha tratado de un reto al que ha sabido dar respuesta las manos jóvenes del imaginero Jesús Gálvez.
Hace más de medio año, recibe el encargo. Ha sido el autor de varias obras de imaginería para hermandades y cofradías no solo de su pueblo sino también de otros cercanos, incluso ha realizado bustos de poetas de Puente Genil y hasta un monumento para la legión, homenaje a los caídos. El Cristo crucificado del Silencio de Puente Genil, la Virgen de la Candelaria, la del Carmen de Fuente Palmera o San Juan de la Cruz para Úbeda son sólo algunos ejemplos que se incluyen en el currículo profesional de esta artista.
"También me desenvuelvo bien en esta faceta de escultor. Han apostado por mí y creo que no he defraudado", advierte lleno de orgullo. Cuando cayó en sus manos el proyecto tuvo claro desde el principio qué quería transmitir con su escultura, moldeada primero en barro con un realismo que asombra al que la ha visto. "Me inspiré en la época más fuerte, de apogeo, de Fosforito, cuando era más conocido, que era cuando tenía entre 40 y 50 años. Entonces, estaba en todo su auge hasta revolucionar el cante flamenco. Con esta escultura he querido expresar su arte y su madurez artística", agrega.
Gálvez mantiene que a Fosforito lo conocen varias generaciones, pero en su época de juventud. "Si lo haces más mayor o demasiado joven, igual no lo conocen determinados sectores de la población. Con esta obra, todos lo identificarán", matiza. Y así fue. Por parte de los que le encargaron el proyecto y de la propia familia del cantaor -que ha supervisado la escultura- no ha habido ningún tipo de intervención directa: han dejado al autor total libertad para crear, incluso para elegir el diseño del monumento.
ELEGANCIA Y ESTILO
El joven imaginero explica que Fosforito era un hombre "muy elegante y estiloso a la hora de subirse a un escenario, cuidaba mucho su estética". De hecho, sus seguidores y aficionados al flamenco lo admiraban por esta faceta suya. "Era muy profesional a la hora de sentarse en la silla. Salía arreglado con su traje, perfectamente abrochada. Siempre marcó estilo cuando se sentaba al borde de la silla para que al cantar con el diafragma, su voz tuviera más potencia", explica.
El cantaor pontanés era pura energía encima del escenario y eso es lo que ha querido transmitir en su escultura Jesús Gálvez. "He pretendido que cualquier persona que pase y la vea, no solo aprecie el parecido físico sino también el estilo, la elegancia que tenía a la hora de salir a un escenario".
Para el autor de este monumento, bajo el que hay una placa que reza "El pueblo de Puente Genil al Maestro Antonio Fernández Díaz, Fosforito, Llave de Oro del Cante e Hijo Predilecto de Puente Genil", ha supuesto una "ilusión y un reto grandísimo" el poder haber formado parte de proyecto porque este artista es "uno de los cantaores más grande que ha dado España entera del flamenco".(El Mundo. Toñi Caravaca)