El gerente de una fábrica de Puente Genil y dos administradores que actuaban como directores de la misma se enfrentan a penas que suman 7 años de prisión acusados de un delito contra el derecho de los trabajadores y por otro de lesiones por imprudencia. Los hechos se remontan al 30 de septiembre de 2010 cuando un operario de la pulidora con ocho meses de antigüedad en la empresa que procedía a rellenar la máquina de cemento tropezó con una baldosa quedándole el brazo dentro de la cadena de producción y en contacto con las poleas que le amputaron un brazo.
El Ministerio Fiscal recoge en su calificación provisional de los hechos que, además, el trabajador no había recibido formación, ni información específica de la máquina ni sobre el riesgo que produjo estos hechos.
Además, la máquina no cumplía con la normativa europea. De hecho, la empresa pontanesa dedicada a la fabricación de pavimentos había contratado un servicio de prevención que ya había avisado a los acusados de que debían adecuar la máquina a lo establecido por ley. El trabajador permaneció 15 días en el hospital y sufrió la amputación del antebrazo izquierdo, con un año de tratamientos psicológicos.(Abc.P. G-B. ).