Por el momento no hay alarma, pero en Puente Genil se han encendido las primeras alertas por la situación del Ángel Ximénez, que tras su derrota del pasado fin de semana ante el Ademar (22-29) ha caído por primera vez en la temporada en puestos de descenso. Los pontaneses son decimoquintos con cuatro puntos, tres más que el Bidasoa (colista con uno) y uno menos que el Valladolid y el Aranda, los dos equipos que le preceden en la clasificación. Es sólo un dato cuando aún no se ha cumplido el primer tercio de la competición, pero sí un serio toque de atención.
El Ximénez vivió su mejor clasificación en la cuarta jornada, cuando tras batir al Huesca se colocó décimo, pero en cinco de las ocho jornadas fue decimocuarto, justo en la frontera de la salvación.
Porque el resultado ante los leoneses hizo que los pontaneses perdieran la imbatibilidad en el Alcalde Miguel Salas y llevó al equipo de Antonio Ortiz a la penúltima plaza justo cuando la Asobal hace su primer parón por los compromisos de la selección. El Ximénez no volverá a la competición hasta el próximo día 9 cuando visitará al Guadalajara, aunque antes, el día 6 a las 20:45, visitará al Antequera en la segunda ronda de la Copa del Rey. Hasta entonces tendrá que reflexionar acerca de qué le está faltando para respirar en esta campaña del debut entre los mejores.
Porque la clasificación no engaña. El cuadro de Puente Genil había vivido de su seriedad en casa, donde se mantenía fuerte tras los empates ante el Gijón (23-23) y el Cuenta (27-27), aliñados entre medias por el triunfo ante el Huesca (24-23), el primero de su historia en la Asobal. Aunque fuera sumando de uno en uno, el Ximénez mostraba cierta solvencia como local, hasta que el Ademar León acabó con la inexpugnabilidad de un pabellón que, hasta ahora, es el único sustento del cuadro pontanés.
Porque fuera de casa la cosa no funciona. El Ángel Ximénez ha perdido sus cuatro desplazamientos con cierta claridad. Ante el Valladolid (28-18), el Sagunto (30-27), el Barcelona (39-23) y el Aranda (32-26) apenas tuvo opciones de sacar algo positivo, algo especialmente preocupante en los encuentros frente a pucelanos y burgaleses, rivales directos por la permanencia. Tan flojos son los datos del Ximénez a domicilio que es, junto al colista Bidasoa, el único equipo de la Asobal que no ha puntuado fuera de casa, y es que el propio Antonio Ortiz se quejó hace un par de semanas de que su equipo "no compite"como visitante.
Los números tampoco mienten. El cuadro pontanés es el segundo peor ataque de la competición (23.7 goles a favor) y la tercera peor defensa de la Asobal (28.8 en contra), unos registros que marcan claramente las líneas a mejorar para lograr la ansiada permanencia.
"Tranquilidad", quiso transmitir el lateral Mario Porras tras perder la imbatibilidad en casa, señalando que al equipo le toca "saber convivir" con la zona baja. "Tendremos que luchar y ganar más puntos para salir del descenso. No nos metemos más presión de la que hay, seguiremos jugando partido a partido", apuntó Porras, palabras que a partir de la próxima semana habrá que convertir en hechos y en puntos.( El Día de Córdoba. Juan Carlos Leon )
