Primero fue la histórica procesión de San Rafael, custodio de Córdoba, que abría con todo el simbolismo el declarado como Año de la Fe. El día 14, el Via Crucis Magno con 18 pasos de la Semana Santa, un día destinado también a recordarse. Este 2013, sin embargo, no se irá de Córdoba sin un nuevo acontecimiento de masas relacionado con la religiosidad popular. Las cinco hermandades del Rocío de la diócesis de Córdoba están preparando un gran evento para el día 16 de noviembre que incluirá una gran procesión con sus simpecados entronizados en sus carretas. Este Rocío de la Fe, como se llama, será el último gran acto ya que el Año de la Fe se cerrará el día 24 del mismo mes.
La iniciativa nació en el seno de la hermandad de Córdoba, a la que sumaron las de Puente Genil, Lucena, Priego y Cabra para organizar una cita inédita en la historia de las filiales de esta popular advocación. Así lo confirmó el hermano mayor de la hermandad de Córdoba, Bernabé Jiménez, que explicó que la jornada comenzará a las 10.00 de la mañana en la Catedral con un pontifical presidido por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. En la celebración estarán presentes los cinco simpecados de las hermandades cordobesas, cada uno de los cuales irá, alzado por sus hermanos a pie, desde un templo distinto de la ciudad. Así, el de Puente Genil saldrá de San Francisco, el de Lucena desde San José y Espíritu Santo, el de Priego desde San Roque y el de Cabra desde la Trinidad. El Córdoba lo hará desde su sede, la iglesia de San Pablo.
Los miembros de las hermandades acompañarán a cada simpecado hasta la Catedral para la celebración. A la salida comenzarán actos muy vistosos, sobre todo por la bendición que se hará en la plaza de Las Tendillas y que también presidirá el obispo. «Será algo parecido a lo que se hace en el Corpus con el Santísimo y también con un altar que se instalará allí», explicó el hermano mayor de la filial cordobesa. Hasta allí irá un cortejo en el que los cinco simpecados ya irán entronizados en sus carretas, tal y como hacen el camino. En Las Tendillas se rezará también el Ángelus. Para esta ceremonia, se ha pedido a la Hermandad Matriz de Almonte algo insólito: la presencia de su simpecado.
No hay respuesta «porque parece que no es común que el simpecado salga de allí», pero tampoco una negativa. De recibirse la respuesta afirmativa, saldría desde la parroquia de San Miguel hacia Las Tendillas y supondría un gran realce para el Rocío de la Fe. El propio presidente de la Hermandad Matriz, Juan Ignacio Reales, podría también estar presente en el acontecimiento, que no se había realizado antes entre filiales.
Terminado este acto, comenzará una gran procesión de los cinco simpecados por gran parte de la ciudad, «recordando el que hacía muchas veces la hermandad para empezar el camino». Así, bajarán hasta la calle Judería y luego saldrán a Campo Santo de los Mártires para continuar por Fleming y Paseo de la Victoria, seguir por Gondomar y buscar, por la calle de la Feria, los jardines que desde este año tienen el nombre de Virgen del Rocío. La procesión acabaría esa mañana con una «pará» rociera en el Alcázar durante el resto del día. Los beneficios de la barra que se instale serán para Cáritas. «Estamos hablando con Córdoba Ecuestre para que se haga un espectáculo rociero», confirmó Bernabé Jiménez.
Será una jornada colorista, donde no faltarán la caballería y los jinetes vestidos de corto. También las hermanas llevarán el traje de flamenca, si bien los hermanos de a pie sí deberán llevar traje oscuro.( Abc. Luis Miranda )