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jueves, 22 de marzo de 2012

HISTORIA DE LA SEMANA SANTA ANDALUZA - CAPITULO X I V -

Las leyendas populares en torno a las imágenes del “ Cachorro” y del ” Cristo de Mena “, constituyen la base del articulo que escribe hoy nuestro colaborador D. Julio Moreno Crespo y autor dentro de su interesante y documentada serie sobre la Semana Santa Andaluza .


Como hemos venido diciendo, los mejores y más importantes Crucificados se tallan en la centuria del XVII, coincidiendo con el siglo de Oro de la imaginería andaluza. Así pues, vamos a describir algunos de los que creemos a nuestro entender, merecen ser comentados.

Comenzaremos con el Cristo de la Expiración de Triana:"El Cachorro".A los 29 años de edad, Francisco Antonio Gijón contrata la hechura del Cristo que a la postre representa la cumbre de la imaginería barroca española. El "Cachorro" nació para la historia en 1.682, cuando se hizo el contrato y muy probablemente con un dibujo que respondiese a las exigencias de la Hermandad.

De acuerdo al compromiso contraído, Gijón tenía que hacer una imagen de Cristo Expirante en la Cruz. El posterior nombre de "Cachorro" está envuelto en la leyenda y hay versiones para todos los gustos. Según algunos, el Cristo de Triana es la verdadera representación del "Cachorro" del León de Judá.

EL CACHORRO DE SEVILLA



Alejandro Guichót cree que el nombre pudo ser una designación de origen flamenco o agitanado de la cava trianera. Quizá lo más simple sea lo que tiene más visos de acercarse al significado de tan hermoso nombre. En la Biblia muchas veces se emplea el termino "León" para Dios, por lo que a Cristo, que es el verdadero Hijo de Dios, le llamen "Cachorro". Esto seria lo que fácilmente captó el pueblo y aplicó a la imagen trianera, pues además los sermones de la época dedicaban el término de "León de Judá", el cual simboliza la nobleza y el coraje.A parte de lo expuesto, yo me inclino por la leyenda popular, que nos narra que el escultor tomó de modelo para hacer el Cristo a un gitano de las herrerías conocido con el sobrenombre de "Cachorro".El artista, su autor, estaba envuelto en numerosas dudas para conseguir el momento de Cristo en su Expiración.

Casualmente ocurre que un gitano de la cava alta llamado "Cachorro", volvía de Sevilla a través del puente de barcas hacia Triana. Allí lo esperaba un payo con intención de vengarse del adulterio que el gitano había cometido con su mujer. De inmediato se abalanzó sobre él, propinándole varias puñaladas que acabaron con su vida. Se dio la circunstancia que aquella dramática escena fue presenciada por nuestro imaginero, quedando en su retina la imagen expirante de aquel mancebo gitano. En la Semana Santa del año siguiente procesionó la nueva imagen del Cristo de la Expiración y los vecinos trianeros al contemplarlo, se preguntaban:¿Pero no es este el gitano "Cachorro"?.Ahí quedó ya inmortalizado para siempre el nombre de esta incomparable imagen salida de la gubia de Ruíz Gijón. Abundando más sobre esta extraordinaria imagen, diremos que iconográficamente "El Cachorro" representa el momento previo a la muerte, o sea, el de la inspiración que precede a la exhalación del ultimo respiro.

Se ha comentado mucho sobre la mancha que tiene en sus ojos, como símbolo de muerte, pero la verdad es que los ojos primitivos de la imagen son de cristal y en el XIX, en una desafortunada restauración, le alteraron uno de los ojos con la aplicación de una córnea de diferente color al original.

La talla es de cedro, toda maciza, razón del peso considerable que tiene. Es como un hombre moreno, alto, corpulento, de una cara con finos rasgos y cabellera espléndida. Para terminar, diremos que su sede canónica está en la Iglesia trianera del Patrocinio, haciendo estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral en la tarde del Viernes Santo acompañado prácticamente por todo su barrio.Quiero dejar constancia que el Cristo de la Misericordia acompañado de Nuestra Señora del Mayor Dolor, Maria Magdalena, San Juan y un centurión romano, es en el caso del Cristo una replica bastante aceptable del "Cachorro", realizado por el imaginero pontanés Francisco Polo Chaparro.

Queremos describir a otro de los Crucificados más populares que procesionan en la Semana Santa andaluza. En esta ocasión en la tarde noche del Jueves Santo malagueño. Nos estamos refiriendo al Cristo de la Buena Muerte, o de "Mena", también conocido como "El Novio de la muerte".

El Cristo de Mena, fue llamado así por ser este el que tallara la primitiva imagen de esta Hermandad en el siglo XVII. El gran artista granadino realizó la imagen para el convento malagueño de los Dominicos, y durante muchos años estuvo en el anonimato perdido en las alturas de un retablo, hasta que fue descubierto por un corresponsal de un diario malagueño de la época. Su autor, lo realizó en la década de 1.660, pero como después aclararemos, el que actualmente procesiona es del imaginero malagueño Francisco Palma Burgos, realizado en 1.942. La primitiva imagen de Mena procesionó por primera vez en 1.916, calando muy profundamente en el círculo cofrade malagueño. No era para menos. Muchos lo han considerado sin pasión, como uno de los mejores Crucificados de la historia del arte. Impresionante imagen, se procesionó hasta 1.931, cuando desgraciadamente se perdió su pista en los sucesos del 12 de Mayo, cuando fue saqueada y quemada la iglesia de Santo Domingo. El único rastro que queda es su pierna derecha. Dicen que la imagen quedó carbonizada y que el fuego la consumió. Aquí ya se entremezcla la leyenda y la historia, porque desde pocos años después de su desaparición corrieron rumores de que en realidad la imagen no fue pasto de las llamas, aunque si sufrió grandes desperfectos. Sea como fuere, el Cristo de Mena no apareció más desde aquel mes de mayo de 1.931.¿Se quemó?¿no se quemó?.Se quiera o no, esto forma ya parte de la leyenda de la Semana Santa de Málaga.

CRISTO DE MENA DE MALAGA



Tras los sucesos de 1.931y la posterior guerra civil, la Congregación de Mena, de la cual me siento orgulloso de pertenecer, se reorganiza y decide encargar un nuevo Cristo a semejanza del primitivo, al imaginero Francisco Palma Burgos, hijo de Palma Garcia, el mismo que pudo rescatar la pierna derecha de la talla desaparecida.

Palma Burgos, evidentemente no pudo conseguir un Crucificado como el de Mena, pero sin duda hizo una de las mejores piezas de la historia de la imaginería de la Semana Santa de Málaga. Las diferencias entre el Cristo de Mena y el de Palma Burgos son notorias: El de Palma es un poco más grande, el rostro presenta un mayor dramatismo y los cabellos son distintos. La pierna izquierda descansa sobre la derecha (al contrario que el de Mena). Pese a que no es de Mena, el Cristo de la Buena Muerte es el Cristo de Mena, aunque lo hiciera Palma.

Desde 1.928, la Legión designó a la venerada imagen su patrón y protector. Una escuadra de caballeros legionarios llega una semana antes a Málaga para dar guardia a la imagen en su capilla de Santo Domingo, y durante la procesión el Jueves Santo, las fuerzas de la Legión desfilan marcialmente tras su Cristo cantando una y otra vez el "Novio de la Muerte", entre los aplausos y vítores de los malagueños.

El Cristo de la Buena Muerte es uno de los Crucificados más llamativos de la imaginería cofrade andaluza. Todos los Jueves Santo, Málaga entera se despierta pensando en el Cristo de Mena y en la Legión, y ese día reluce más que el sol porque así lo dice el pueblo andaluz. Por la noche, los malagueños acuden a todos los lugares por donde pasa Mena, aunque en todos encuentra la misma acogida… "Soy el Novio de la Muerte….", repitiéndose las estrofas una tras otra. Mientras el trono va mecido a los sones de la marcha: "Nadie en el Tercio sabia, quien era aquel legionario, tan audaz y temerario que a la Legión se alistó….", y la gente arranca en ovaciones, entusiasmada.

Detrás del Cristo va el trono de Virgen de la Soledad, Imagen Dolorosa adquirida en Antequera del siglo XVIII. El trono es portado por setenta hermanos vestido con levitas. La Virgen es acompañada por marineros uniformados que van cantando la Salve Marinera. Los legionarios y los marineros se dan la mano en esta Cofradía, la de Mena, la del Cristo de la Buena Muerte y la de la Soledad. La vieja parroquia de Santo Domingo asiste al regreso del Cristo de Palma, que es el de Mena y a la Virgen de la Soledad. ( © Copyrigh Texto Julio Moreno Crespo) (Continuará…)