MENÚ GENERAL



Pontaneando le da la Bienvenida y Agradece su Visita a las ...

Recordamos a los seguidores de PONTANEANDO, que la PLUVIOMETRÍA que día a día reflejamos en la columna de la izquierda de esta página, se toma a las 9 horas de cada mañana.

domingo, 19 de febrero de 2012

HISTORIA DE LA SEMANA SANTA ANDALUZA - CAPITULO V -

Las influencias del barroco, sus matices y sus detalles, es una constante que ha perdurado en la semana santa andaluza hasta nuestros días. En este interesante artículo se aborda esta cuestión.

En esta época, Andalucía, como toda España, era cristiana y católica, como lo fueron sus reyes, religiosos y piadosos con las excepciones de los numerosos devaneos sexuales de Felipe IV; así pues, el pueblo andaluz expresaba su religiosidad en sus numerosas celebraciones religiosas, siendo la iglesia muy querida y popular.

Durante el siglo XVII se van a ir produciendo numerosos cambios e importantes en la religiosidad. La moral que había imperado en el siglo anterior va a ser sustituida por otra en apariencia más religiosa y austera, pero de una religiosidad mas estrecha de formas rondando el puritanismo. Los encargados de cuidar la moralidad pública, se preocuparon por las diversiones y sus motivos, creyendo sospechosas todas aquellas que no fueran de carácter religiosas, como no lo eran las comedias y el teatro.

Aparece el movimiento misional, difundido durante la cuaresma por toda la península y sobre todo por Andalucía, en pueblos y ciudades. El misionero y su ayudante llegaban a la localidad elegida. Iban tocando una campanilla, pronunciando de vez en cuando una penetrante jaculatoria.( Lo que pudo ser el origen de la Saeta ).

PASO DE LA SANTA CENA DE PUENTE GENIL


En muchos pueblos no eran bien recibidos y trataban sus habitantes encabezados por las autoridades y el cura, de convencerles de que allí no eran necesarias las misiones, lo que probablemente sí sería en el pueblo cercano. Al final casi siempre eran convencidos por los misioneros. Solían durar varias semanas, convenciendo a los patrones para que dejaran libres a los obreros en las horas de predicación.

En la posada donde moraban, preparaban los elementos con los que acompañaban su actuación: el crucifijo, la calavera, cilicios, cruces, rosarios, saetas, etc…. Después de varios días de predicación y cuando el misionero creía que el pueblo ya estaba preparado, se celebraba la confesión general, en un solemne acto de arrepentimiento.

El ultimo día tenia lugar la gran procesión, como nos la describe el popular misionero padre Dutari: En primer lugar, iba un grupo de penitentes con cruces; a continuación niños con coronas en sus cabezas portando cruces en sus manos; después el clero vestido con habito penitencial, coronas de espinas y nudos con cuerdas al cuello, seguidos de las autoridades vestidos con los mismos hábitos que el clero; por ultimo las mujeres y en medio de las filas, un Crucificado junto al coro de cantores.

Después de una misión, no cabe duda de que el pueblo se aproximaba mucho más a la iglesia y a Dios, pero la mayoría de las veces al poco tiempo se olvidaba de ello.
Como vemos, en el sigo XVII la Andalucía religiosa mira de cara a lo externo, a lo superfluo, sin que exista una verdadera convicción interna. Los predicadores en sus sermones, incidían casi siempre en el tema de la muerte y en el infierno, sin dejar de hablar del tema sexual, exagerando su pecaminosidad.

La iglesia del XVII tuvo tal exceso de autoridad, que a modo de ejemplo, había un alguacil en cada pueblo controlando la asistencia a misa en los días de fiesta, incurriendo en penas los que trabajaban en días festivos de guardar.

Con todo lo expuesto, creo que habrá sido suficiente hacernos una idea somera, del ambiente religioso de la época, sin contar con la importantísima influencia que tuvo la Inquisición. Ambiente que indudablemente va a quedar reflejado en la Semana Santa y sus cofradías.

Con el comienzo del siglo, se va imponiendo la cofradía barroca, incorporándose a los crucificados renacentistas, los crucificados grandes, la iconografía de Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario, pasos de misterio con varias figuras, Dolorosas en su Soledad, o, con Cristo en su regazo, amen de figuras alegóricas incorporadas al cortejo penitencial. Las cofradías invierten grandes sumas en la adquisición de imágenes encargadas a los extraordinarios imagineros de la época.

La procesión marcha hacia la esplendidez en la forma externa, aunque para conseguirla se ven obligadas a adquirir préstamos o adelantos económicos por parte de los hermanos, ya que con los pasos, tronos, incorporación de palios, el gasto es muchísimo mayor.

Las cofradías se disparan en su número; la pastoral tridentina desató el ansia reprimido del pueblo andaluz, influyendo también, el esplendor de Sevilla y la cristianización de Granada; dos importantes factores para que estas ciudades fueran centros grandísimos de imaginería. Los encargos de las cofradías llegaron a se superiores a los de la propia iglesia.


PASO DE JESUS DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS DE GRANADA


El barroco, fue creado a imagen y semejanza de Andalucía; el pueblo andaluz habla más con el corazón que con la razón, de ahí que sus Cristos y sus Vírgenes, tenían que estar dotados de resortes que fueran capaces de mover la fe al mismo tiempo de conmover al pueblo. Ejemplo de lo que decimos es lo ocurrido un Jueves Santo en un bello pueblo gaditano, cuando un crucificado que procesionaba por una estrecha y empinada calle, tuvo la desgracia de rozar con un balcón, causándole la rotura de una pierna; entonces entre la muchedumbre se oyó una voz acongojada diciendo: "Por favor que venga un médico".

Se sucedían y multiplicaban las fundaciones y las corporaciones enriquecían su patrimonio artístico. Una serie de rituales desarrollaron las escenas de los cortejos que recorrían las calles de los pueblos y ciudades durante el Miércoles, Jueves y Viernes Santo. En Málaga sabemos que aparecen personajes, como la Verónica, el Cirineo y el Buen y el Mal ladrón; la Semana Santa barroca, es consecuencia de las manifestaciones y practicas religiosas.

A modo de describir los rituales de la época en Andalucía, consideramos comentar algunas prácticas:

Los niños debían ser bautizados dentro de los ocho primeros días; Los bautizará el cura párroco, pero en caso necesario cualquier sacerdote, también las parteras, que deberían, no obstante, ser examinadas.( © Copyrigh Texto Julio Moreno Crespo) CONTINUARÁ .....