Llegando a la finalización de la escuela de verano, hacemos una pequeña reflexión y balance sobre este proyecto tan querido para Disgenil y en el que se ha puesto un gran empeño.Los objetivos planteados se han cumplido y los profesionales han luchado por una integración y educación plena, llevando a cabo unos métodos basados en la igualdad de condiciones cubriendo todas las necesidades que nuestros niños han tenido, ya sean afectivas, de formación, educación en valores, empatía, relaciones sociales, dependientes, contando con la ayuda de los mismos niños que se han prestado a colaborar enteramente en este proyecto, haciendo una labor increíble, llena de cariño, amor, amistad y bondad.
Todo lo anteriormente nombrado, se puede resumir con una palabra, IGUALDAD, ha sido el lema, para así lograr la plena integración y un máximo aprendizaje.
Los niños han adquirido muchos valores, ya que nos hemos ceñido a una programación basada principalmente en eso, en una educación en valores, comportamiento, fomentando temas sociales y también desarrollando talleres para trabajar psicomotricidad, ejercicio físico y temas lúdicos.
Se ha realizado una programación animada para fomentar las actividades de la vida diaria, la higiene personal, la animación por la lectura, el cariño hacia nuestros mayores con el día de los abuelos, la importancia de agradecer a nuestros padres su cuidado y educación, la empatía al ponernos en el lugar de personas con discapacidad, ya sea física, psíquica o sensorial, aprendiendo a realizar técnicas guía y decir nuestro nombre en lengua de signos, así como ponernos en el lugar de personas que provienen de otros países, también hemos realizado un taller de apoyo y logopedia para los niños que lo solicitaron, y un sinfín de actividades que no nos daría tiempo de comentar.
Personalmente considero que el balance ha sido muy positivo, sobre todo al ver la reacción de los niños el último día, como unos lloraban, otros no dejaban de besarnos, y los padres y madres que acudieron a la clausura mostraron su alegría y agradecimiento a la labor realizada, ahora nos toca a nosotros daros la gracias, a todos los padres, madres, abuelos, que nos han dado la confianza de dejarnos a sus hijos para que podamos compartir 4 horas junto a ellos, enseñándoles pero también aprendiendo de sus diferentes formas de ser, riendo con sus bromas, con sus travesuras y muchas más situaciones que nos han aportado tanto humanamente como profesionalmente, GRACIAS DE CORAZÓN.
Finalmente me gustaría agradecer a mi equipo de trabajo, a Lidia por estar ahí cuando se le ha necesitado, a mis niñas (Pili, Carmen, Bea, Sofía, Fátima, Vanesa, Adriana, Isa, Ana) y mis niños (Migue, Lamin y David), por la demostración de profesionalidad y seriedad a la hora de trabajar, por la dedicación altruista y preocupación por el reciclaje y aprendizaje de cosas nuevas, por ser un equipo dinámico, activo y participativo en el que todos hemos sido uno, esa es la clave de que la escuela de verano haya sido un gran éxito desde mi punto de vista, junto a nuestros pequeños.
No quería perder la oportunidad de agradecer a Disgenil su confianza depositada, mi preocupación ha sido devolverla convertida en un trabajo bien realizado y mi satisfacción ha sido llevarme el corazón repleto de alegría porque todo ha salido bien y toda la energía empleada ha surtido efecto.
También agradecer al colegio Enrique Asensi, por ceder sus instalaciones para el desarrollo de esta escuela y sobre todo a Rafael, el conserje que se ha prestado a ayudar en todo momento, ha sido un gran apoyo para nosotros. ( Dª Rocío Rosas León Coordinadora. “Escuela de Verano Disgenil” )
