
No obstante, este tema irá indisolublemente ligado a la situación que atraviesan las arcas municipales. De hecho, es previsible que una de las primeras decisiones que tome el nuevo regidor sea la de encargar una auditoría para conocer con exactitud el estado de las finanzas y, por ende, el grado de endeudamiento del Ayuntamiento con los proveedores, así como los posibles problemas que pudiera haber para el pago de las nóminas a los trabajadores municipales. Una vez que se conozca la situación real a nivel de tesorería, se determinaría el ámbito de las retribuciones para el personal político que desempeñará funciones municipales durante el próximo mandato. La idea que baraja el grupo socialista es una disminución drástica con respecto a la decisión adoptada por todos los grupos en 2007 que provocó no pocas críticas, aunque para sacar adelante el acuerdo será necesario el consenso entre los tres partidos con representación.
Por otra parte, otro de los temas importantes que estará sobre la mesa del nuevo alcalde será el de la creación de empleo. La delicada situación laboral por la que atraviesa el municipio con un elevado número de desempleados, exige acometer medidas urgentes. El PSOE llevaba en su programa la puesta en marcha de un Plan Municipal de Empleo, pero mientras este se concreta, las esperanzas pasan por el inicio de las obras del nuevo recinto ferial, una apuesta firme por los nuevos yacimientos de empleo, y un impulso a la dinamización y desarrollo de nuevos proyectos empresariales en el entorno de la zona de la estación AVE.
Otro de los temas pendientes en la agenda es el de una posible reorganización de la estructura de las empresas públicas municipales. Tal y como ha quedado la configuración tanto del Ayuntamiento como de la Diputación, parece improbable que pueda haber cambios drásticos a corto plazo, pero sí cabría la introducción de una serie de medidas encaminas a cambiar determinados aspectos de los organigramas actualmente existentes.
Asimismo, otro asunto prioritario, tanto por las fechas como por la premura de tiempo, es el de la organización de la Feria Real. A priori parece que existe quorum a la hora de dotar a las fiestas de agosto de un nuevo impulso. La seguridad ciudadana o el tráfico también están a la espera de un análisis pormenorizado que se irá concretando en los próximos meses. ( El Día de Córdoba. José Manuel Cabezas)