Todo empezó con un madrugón de esos que se hacen con gusto. Varía, quieras que no, tener que levantarte a eso de las seis de la mañana y en vez de tener que coger el Metro o el autobús, perdido en el más feroz anonimato, para enfrentarte a una jornada más de trabajo, coger un autocar donde hasta el conductor es amigo y de Puente Genil (¡Gracias por todo, querido amigo Manolo, a ti y a tu admirada mamá! ¡Qué ricas las rosquillas, querida Concha!). El resto del pasaje lo forma un grupo de gentes que tiene la misma ilusión que tú, las mismas ganas por visitar Puente Genil, siente la misma veneración y a todos nos atrae con igual fuerza un sonido, como de una campanita, que viene del mismo corazón de La Puente, localizado en el Santuario de Nuestro Patrón. ¡Hasta allí queremos ir y hacia allí nos encaminamos!
Llegamos a Puente Genil sobre las 12’30. Después de los necesarios abrazos y bienvenidas de nuestras familias y amigos, nos reunimos para celebrar una emotiva comida de hermandad, como solemos hacer en estas visitas y donde somos invitados y agasajados por cofradías y Corporaciones amigas. En esta ocasión el cuartel de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones de Puente Genil fue el escenario para un acto emocionante, pleno de amistad y hermandad, respirándose un ambiente de alegría y contento porque estábamos juntos en nuestro añorado pueblo. Durante este encuentro hemos contado con las siempre estimadas y queridas asistencias de nuestro anfitrión Juan Fernando García Arroyo, Presidente de la Agrupación; del Cofrade Mayor de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Francisco Javier Reina Jiménez; y del Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Puente Genil, Manuel Baena Cobos. En sus intervenciones, que derramaban cariño hacia nuestra Asociación, nos dieron la bienvenida a nuestro pueblo, deseándonos que fuese una estancia plena de sensaciones y vivencias mananteras, como así fue. El Presidente de nuestra Asociación, Carlos Mora, agradeció su presencia así como sus generosas y cariñosas palabras. Carlos Mora agradeció también la presencia de José Manuel Delgado y Nazaret Jiménez, nuestros representantes en Puente Genil. Durante la comida, José Manuel nos deleitó, con ese arte que tiene, interpretando saetas que tuvieron la facultad de emocionar a todos los presentes. En agradecimiento a la acogida en su cuartel por la Agrupación de Cofradías, la Manantera obsequió a ésta con una campana, réplica de nuestro símbolo.
A las 18’00 horas estábamos citados para llevar a cabo el acto más importante de nuestra visita a Puente Genil. A esa hora estábamos todos convocados a las puertas de la Ermita para unir nuestros corazones en oración ante Nuestro Padre Jesús Nazareno y, así, poderle ofrecer nuestro agradecimiento por las gracias recibidas, y del mismo modo, poder solicitarle nuestro perdón por nuestras faltas a su doctrina, poder suplicarle por nuestras familias, por nuestras necesidades. Todo esto lo resumimos en forma de ramo de flores que dejamos a sus pies, de la misma forma que nosotros quedamos a su amparo y protección.
Antes de la visita a nuestro Patrón, se hacía patente entre nosotros el enorme pesar que nos angustiaba el alma desde que habíamos oído los sacrílegos acontecimientos de la noche del 4 al 5 de marzo. Un nudo en la garganta nos atenazaba, incluso la respiración. ¿Cómo habría quedado nuestro Señor? Pudimos apreciar que los daños, aparentemente, no eran grandes, pero las lágrimas en muchos rostros reflejaban los sentimientos de pena y angustia por las consecuencias de la profanación del Sagrado Templo. Desde ese momento, la Asociación Manantera quedó a la entera disposición de la Cofradía de Jesús Nazareno y de nuestro respetado y querido D. José Joaquín y su Parroquia, para lo que dispongan de nosotros.
A las 20’30 horas parte de nuestros asociados se personaron en la Parroquia de la Purificación para asistir al Tríduo de Nuestra Señora de las Angustias y de esa forma, al final de los cultos, hacer una ofrenda de flores en nombre de la Asociación a la Virgen. Este año, Mariví, restablecida totalmente de una grave enfermedad, tuvo la oportunidad de agradecer a María Santísima de la Angustias cómo pudo sentir que las oraciones de sus amigos de la Manantera habían sido oídas para la intercesión de María ante su Hijo.
Al día siguiente, y después de haber dis frutado de una subida de romanos multitudinaria donde pudimos saludar a tantos y tantos amigos que no podemos ver cuando queremos, nos concentramos para hacer otra de las visitas culturales que tanto nos gustan y que siempre son al gusto de la mayoría. En esta ocasión, como en otras tantas, nuestro Ayuntamiento nos proporcionó una visita que ha quedado grabada en nosotros como algo espectacular. Muchísimas gracias a todo el equipo de gobierno de nuestro Concejo.
Y ¡qué pronto se acaba lo bueno! Casi sin darnos cuenta estábamos comiendo en el restaurante La Rueda una degustación de platos que tanta fama tienen en esta casa. Nuestro agradecimiento a los dos “Rafaeles” que han tenido que ver con este buen rato que echamos en la hora más triste, en la despedida.
De vuelta en Madrid, con el sabor a Puente Genil todavía en la boca, pero amargado por la distancia de mis amigos, de mis hermanos, de mi pueblo me vienen a la memoria aquellas palabras que nos ayudan hasta la próxima: “En la lucha de la vida (ausencia) es preferible vivir con la esperanza en la llegada que morir ahogado en las lágrimas de las despedidas”. Lo dicho, hasta la próxima. ( D.Manuel Ángel Borrego Moreno.)