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sábado, 2 de enero de 2016

REPRODUCIMOS ÍNTEGRA LA INTERVENCIÓN DEL PONTANES VICTOR ROMERO EN EL CONGRESO SOBRE GESTORES DEL DEPORTE

Si en días pasados publicábamos la reseña de la intervención de nuestro paisano D. Victor Romero Cosano en Villamoura ( Portugal ) en el XVI Congreso de la Asociación Portuguesa de Gestores del Deporte, hoy, gracias a la generosidad de Victor, que nos ha cedido gentilmente su intervención, reproducimos  a continuación de forma íntegra la misma bajo el título : REPERCUSIÓN DEL BINOMIO TURISMO Y DEPORTE EN ANDALUCÍA. MARCO EXPERIENCIAL Y PROPUESTAS ESTRATÉGICAS DE FUTURO.



" Si a través del deporte, se busca el beneficio económico, la promoción y el retorno turístico de una marca, estaremos hablando de una realidad concreta que se llama Turismo Deportivo. En Andalucía, este binomio goza de absoluta madurez si además, partimos de la fortaleza de su Sistema Deportivo Andaluz y los agentes que lo integran, así como por el incremento de los índices de práctica que sus ciudadanos/as presentan, y que lo sitúan (según Observatorio del Deporte Andaluz), en el 42’4% del total de la población andaluza. Esta cifra se convierte en tendencia consolidada y en crecimiento constante, que se traduce en un aumento de 5 puntos cada 5 años. De este modo, la tasa de práctica deportiva en Andalucía pasa desde un 32’4% de la población en 2002 y un 37’6% en 2007, para llegar en 2012 a este 42’4%. (Fuente: “Hábitos y Actitudes de la población andaluza ante el Deporte, 2012”). 

Dicha tendencia de práctica se completa con una fotografía de su realidad deportiva, la cual refleja una mayor pluralidad de practicantes en cuanto a género, edad y condición socioeconómica, una prevalencia del deporte dirigido al bienestar físico, psíquico y social del sujeto y preferencia por las ofertas deportivas “abiertas” y no convencionales. La oferta del sector público es bien valorada, no obstante, se le exige un mayor dinamismo; a esta situación contribuye el importante papel del sector privado, la irrupción de nuevas sinergias en relación al deporte como la Salud, el Ocio, la Educación y por supuesto la prevalencia de un Turismo como producto consolidado. 

De otra parte, y para significar la importancia del Turismo Deportivo en Andalucía, no debemos dejar de reparar en los distintos estudios que sobre este tema han ganado presencia y reconocimiento en los últimos años, y que se han afanado en identificar el Deporte como sector preponderante y dinamizador de la economía de un territorio, con su consecuencia directa en el Turismo Deportivo. De este modo, se ha calculado el porcentaje que representaba el “Sector Deporte” sobre el PIB andaluz (Producto Interior Bruto) y sus efectos sobre el empleo y el valor añadido. Pues bien, a partir de esta premisa, el Deporte en Andalucía concluye las siguientes cifras en 2014: una producción efectiva de 7.644 M €, con una incidencia en el PIB del 5’4%; además el deporte en Andalucía supone el 2’9% del empleo nacional con una cifra total de 76.738 entre empleos entre directos e indirectos. En anteriores Estudios, la incidencia del deporte en el PIB se situaba en el 2’6% (2001) y 3’2% (2008) respectivamente. (Fuente: “La economía del Deporte en Andalucía 2014: Impacto económico”). 

En cuanto al Turismo en Andalucía, según un informe de la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, en 2013, éste ingresa en nuestra Comunidad más de 16.300 M€ anuales, lo que lo sitúa como la primera industria de la región, tiene una aportación al PIB andaluz del 12’9%, y se convierte en el primer destino del Turismo Nacional. El ejemplo más elocuente se produce a partir del fenómeno del Golf en Andalucía, que cuenta con casi el 30% de los campos de golf existentes en el territorio nacional y casi medio millón (470.000) de turistas que acuden a Andalucía para practicar este deporte. Dichos turistas de golf, ingresan en nuestra Comunidad 687 M€/año y presentan una estancia media de 13 días y un gasto medio por persona y día de 89 euros (un turista “normal” gasta unos 60-65 euros al día). Pero quizás el valor más incalculable es que este fenómeno de instalaciones y practicantes de golf, contribuyen a la deseada desestacionalización del Turismo clásico de sol y playa. 

Desde esta notoria realidad, partimos de la necesidad ineludible de contemplar este Binomio Turismo/Deporte como un “maridaje” imprescindible en nuestra Comunidad, afectando a la economía, la industria, el comercio, la cultura y los efectos de estos sectores en la ciudadanía, con aumento de otros intangibles a los que haremos alusión más adelante. 

Aunque la gran eclosión del Turismo Deportivo en Andalucía, podría situarse a finales de la década de los años 90, ya en los años 70 se promueven desde el ámbito público, la organización de eventos con intención de favorecer un acercamiento masivo e inmediato del ciudadano a la práctica deportiva en sí, soportado por una incipiente y tímida estructura organizada en torno al deporte a través de los primeros ayuntamientos democráticos. Posteriormente se apuesta y se busca un modelo de eventos que mantengan un nexo o arraigo con el entorno, buscando un factor identitario, a ser posible “genuino” del territorio donde se celebran (ya en los años 80). Es en ésta época, cuando surgen acontecimientos deportivos que en nuestros días están cumpliendo sus 30 y 40 años desde su génesis (Marathon de Sevilla, Carrera Urbana Internacional “Noche de San Antón”, Cross Internacional de Itálica o las 49 ediciones de la Regata de Remo Sevilla-Betis, por ejemplo). 

Se produce pues a finales de los años 90, una tercera y definitiva fase, con organización de eventos deportivos en Andalucía, entendiendo como tales, a aquellos acontecimientos que teniendo como trasfondo la actividad física o deportiva (con competencia o no), trascienden más allá de la propia práctica, propiciando una aglomeración/concentración de personas, con una intencionalidad de objetivos planteados de forma previa e implicando para ello estrategia, planificación, desarrollo, inversión, promoción y retorno. En esta estrategia participan distintas organizaciones deportivas públicas y privadas (ya sean del ámbito local, supralocal y territorial pasando por lo nacional e internacional) de nuestro territorio, y en ellas se da una clara intencionalidad para organizar eventos deportivos con base en la promoción turística, que consolidará la actual oferta de Turismo Deportivo de Andalucía. Estos eventos deportivos dirigidos e intencionados, con unos objetivos definidos de forma previa y unos efectos o retornos programados, han sido y son una fórmula de crecimiento de la industria turística, de tal manera que han promovido en Andalucía no ya una tendencia, sino más bien, una vanguardia en el Turismo Deportivo; y cabría agruparlos en eventos de Golf; Deportes Naúticos, Deportes de Invierno, Eventos de Alto Nivel y Atracción de Deportistas a instalaciones singulares para su tecnificación deportiva. Claros ejemplos de ello, han sido históricamente y partiendo de la mítica Ryder CUP de 1997, los múltiples eventos deportivos de base turística acogidos en territorio andaluz, como los Campeonatos del Mundo de Esquí, Atletismo, Remo y Piragüismo, Vela, Golf, Juegos Aéreos Mundiales, Juegos Ecuestres Mundiales, Copa Davis de Tenis, Aguas Abiertas, Motociclismo, Baloncesto, Balonmano, Tiro Olímpico y otros tales como, La Vuelta Ciclista a Andalucía “Ruta del Sol”, Torneo Internacional de Polo de Sotogrande, Andalucía Tennis Experience, Desafío Doñana, Andalucía Bike Race,…etc. 

Pero la oportunidad que el Turismo Deportivo tiene para Andalucía, reside entre otras razones, a las siguientes: 

- aprovechamiento de las sinergias ya existentes entre las actividades turísticas y las deportivas que se acometen por la Administración, desde la racionalización de las estructuras preexistentes, liberando recursos para mejorar la eficiencia y la productividad en la gestión de ambas ramas de actividad. 

- la optimización de la capacidad sinérgica existente en Andalucía, de las industrias turística y deportiva. 

- la promoción de una marca turística “Andalucía” mediante las potencialidades mediáticas del deporte. 

- Implementación de acciones de fomento en ambos campos a través de las modalidades deportivas con proyección turística o la gestión de instalaciones propias de titularidad pública.

- Comercialización de grandes eventos e infraestructuras deportivas a nivel internacional. 

En este sentido y ya en nuestros días, desde los poderes públicos se han impulsado con profusión, políticas deportivas con incidencia en el Turismo, ya sea desde el ámbito estatal, autonómico o local, y se ha identificado y propiciado que lo que era inicialmente un “Servicio” (Deporte), dirigido a un “Sector” (Turismo), ha llegado a consolidar un “Producto” (Turismo Deportivo) que a la vez tenía venta y demanda en un “Mercado”. 

Y para ello se han utilizado y se utilizan como principal estrategia e instrumento, la organización de eventos deportivos que, desde una perspectiva transversal, han buscado de forma sistemática tres grandes efectos sobre los que fundamentarse: un primer efecto prescriptor, un segundo efecto multiplicador de la promoción del territorio y un tercero, dirigiendo acciones concretas (ofertas) a segmentos de edad “estratégicos”. 

¿Y a partir de ahora? Sin duda, que la situación merece un debate sosegado acerca de su devenir, como el que sin duda se producirá en este Congreso de Vilamoura, toda vez que los modelos tradicionales de sostenimiento material y económico de estas políticas turístico-deportivas están agotados y no queda más remedio que redefinir el arquetipo de binomio Turismo y Deporte. En primer lugar, revisando la posibilidad real de seguir realizando o no Inversiones “con sentido” (construcción de instalaciones turísticas y deportivas, obras públicas, mejoras en la red de transportes que posibiliten la llegada de nuevos turistas,…); en segundo lugar por la imperiosa necesidad de valorar los Impactos Económicos reales (aumento de la capacidad hotelera, creación de puestos de trabajo directos e indirectos, aumento de subvenciones públicas y de inversiones privadas y microeconomía del entorno) y en tercer lugar, evaluando el Retorno Turístico y Deportivo (esto es, ¿se comprueba de veras un incremento del número de visitantes y una mayor expansión de la práctica deportiva?). Todos éstos, análisis que deben ser contrastados a partir de Estudios rigurosos ad hoc) con indicadores oportunos.Aún definidas estas tres claves cabría una cuarta, que sería la de aplicar una mayor y mejor información a la ciudadanía, de forma que ésta conozca con transparencia y fiabilidad, el destino final de esas inversiones y sus repercusiones en forma de valor, para su entorno inmediato y la sociedad en general. 

Finalizando este modesto análisis, se pueden abrir otras tantas incógnitas, acuciadas y determinadas por la actual situación económica, la exigencia de calidad por encima de la cantidad, la sostenibilidad de este tipo de eventos transversales, la tan demandada colaboración público-privada económica….para terminar con una interrogante de futuro que pospongo a los debates que se celebrarán en estos días en el XVI Congreso APOGESD: una vez llegado a este punto de madurez del Turismo Deportivo, ¿quiénes son los agentes que deben soportar en la actualidad estas acciones? ¿de dónde debe provenir la financiación de los mismos? "