Tal día como hoy 20 de febrero de 1715, el Obispo de Córdoba redacta un decreto en el que hacía saber que le habían llegado noticias en las que las procesiones que se hacían en essa Villa de Puente de Don Gonzalo, los viernes de cuaresma y toda la semana santa en memoria y reverencia de la Pasión de Nuestro Redentor con la ocasión de ir los hermanos y cofrades que componen dichas procesiones vestidos de túnicas, cubierto el rostro especialmente algunos mozos de corta edad que sirven mas de irrisión que de edificante a los demás y cometen otros desórdenes, como el de vestirse los hermanos las albas que sirven y estan dedicadas al culto Divino y con ellas suelen hacer algunas operaciones indecentes y así mismo el que antes y después de dichas procesiones comen y beben en las ermitas y lugares sagrados de todo lo cual resulta muchas y graves ofensas contra la Majestad Divina con gran nota y escándalo de los fieles.
Por tanto en aquella forma que tenemos por mas del servicio de Dios Nuestro Señor mandamos en virtud de santa obediencia y pena de excomunión y de cuatro ducados, aplicados para gastos de guerra contra los infieles y apercibimiento que procederemos a lo demás que hubiere lugar, a todas las personas de cualquier grado, condición y calidad que sean que hayna de asistir los referidos dias de cuaresma y Semana Santa a las procesiones que en adelante se celebren en dicha Villa de la Puente de Don Gonzalo, llevaren el rostro descubierto sin capillo, ni velo ni otra cosa alguna y que no concurran en ella con penitencia de disciplina y cruces, mozos que no pasen de 20 años y que los hermanos no se vistan con albas ni los ministros de las iglesias se las den para semejantes funciones..... etc...
Todo lo cual se guarde, cumpla y ejecute según y como va referido.
