Transcurría el día 6 de noviembre de 1821, cuando el Consistorio Pontanés en acta de la sesión celebrada en el mencionado día, hacía constar que el Cementerio construido en las inmediaciones de la ermita de Jesús Nazareno, había sido financiado en su totalidad con fondos públicos, viniendo éste a sustituir al Campo Santo que había al lado del Cristo de los Olvidados ubicado en la salida del barrio de Miragenil.
El citado Cementerio tenía, según nos dice el que fuera Cronista Oficial de la Villa D. Francisco Luque, una extensión aproximada de 37 áreas y 56 centiáreas con un subsuelo calcáreo, formando con las tapias que lo cerraba dos cuadrados, contiguo el uno al otro.
Adjunto reproducimos fotografía, aunque de no muy buena calidad, donde se aprecia el recinto del cementerio al que hacemos alusión.