Según nos relatan las efemérides de la época, tal día como hoy 24 de noviembre de 1706, y tras un no menos penoso viaje en carreta desde la capital Sevillana, entró en el Convento de la Puente de Don Gonzalo, trayendo junto a élla la bendita imagen de Nuestro Padre de la Humildad y Paciencia, la Venerable Madre de la Orden de las Carmelitas Descalzas Sor Gregoria Francisca.
Siguiendo las crónicas de su biógrafo D. Diego Torres Villarroel, el recibimiento que tuvo Sor Gregoria a su llegada al Convento de la Puente por parte de las monjas que allí residían no fue precisamente muy celebrado, sino mas bien todo lo contrario, si bien la Venerable Madre Sor Gregoria día a día cuidaba e intentaba hablarlas con agasajo y con dulzura.
Recordemos que el mencionado Convento estuvo ubicado en la calle Gradillas ( hoy calle Lemoniez)
