Josefa López tiene 42 años, es madre soltera de dos niños, uno de 8 años y otro de 18, tiene una minusvalía del 69% por la que percibe una prestación que no llega a los 400 euros. Su situación se vio agravada hace menos de un mes, cuando su madre falleció.
Ella y sus dos hijos vivían con ella en un piso de alquiler que sufragaban con la pensión de la abuela. Cuando la madre de Josefa falleció, ella no podía hacerse cargo del coste del alquiler de la vivienda, así que optó por marcharse antes que empezar a acumular deuda. En estas últimas semanas, las dos hermanas de Josefa le han estado ayudando y repartiéndose los hijos para ofrecerles un sitio donde dormir. Con la familia separada, la situación se hacía insostenible. Josefa comprobó cómo en el mismo bloque de viviendas de una de sus hermanas había un piso vacío y con la puerta abierta y, sin dudarlo, metió sus escasas pertenencias y lo ocupó.
El piso no tiene ni luz, ni agua. Para el aseo personal y la comida, a Josefa le ayuda su hermana Manoli, que vive en el mismo bloque . El piso, según la plataforma Stop Desahucios de Puente Genil, es propiedad de una filial del Santander, con la que quieren negociar un alquiler social. La propia plataforma está tramitando la documentación para que desde el Ayuntamiento se le otorgue a Josefa un certificado de empadronamiento en este nuevo domicilio.
Desde la plataforma Stop Desahucios sostienen que es necesario hacer público este tipo de casos, como el de Josefa, para que la población tome conciencia de la realidad existente en el municipio y se solidarice y sensibilice con ella. El colectivo asegura que ha apoyado ya la ocupación de al menos 7 viviendas en el municipio.(Andalucia Centro.Cadena Ser. Redacción)
