Un corto pontano, cuyos responsables rechazan fondos públicos, en la final del concurso nacional «Cortopatía»
«El buen morir», es un cortometraje cuyo guión y producción es del pontanés Sergio González Bordas, que centra la trama en el regreso de un hombre tras vivir en el extranjero a la España de los años cincuenta. La obra está dividida en capítulos, con una esmerada ambientación de época para que un corto que revela el mundo oscuro tras una fachada de la España de mediados del siglo pasado, cañí y taurina.
La producción, una apuesta en toda regla por el cine negro, que da ya para un largometraje, si se quiere, cuenta la huida de Carlos, un personaje enigmático y seguro de sus posibilidades, en una España de los años 50 a la que regresa desde Nueva York, y donde la Guardia Civil no sólo se dedicaba a perseguir a los perdedores de la guerra.
A excepción de los dos actores principales, los profesionales de la escena Deme Benítez y Rafa Blanes. El resto del elenco, son aficionados hasta un total de ocho actores secundarios y cuarenta figurantes. Todos de forma altruista, han colaborado en la producción que, con un coste de 3.000 euros conseguidos con la colaboración de 40 mecenas, ha querido huir de la financiación institucional, una cuestión siempre candente en el mundo del cine y que despierta innumerables e inacabables controversias en torno a las ayudas que recibe este sector para elaborar sus producciones.
Según explica a ABC el director, «entendemos en estos tiempos que es mejor, si podemos, prescindir de ayudas públicas». Es decir, se trata de una producción que han llevado a cabo por el gusto y la afición del propio cineasta al mundo del celuloide.
Por ello defienden que, sin grandes recursos económicos, pero «con dotes de imaginación» y acudiendo a la iniciativa privada es suficiente para sacar adelante un trabajo cinematográfico. «Como lo ha sido, mejor», asegura. De hecho, es «uno de nuestros orgullos» que haya salido adelante sin financiación pública, algo realmente llamativo en el cine nacional.
Se trata de una producción cuyas escenas han sido grabadas en un 95% en Puente Genil, a excepción de la plaza de toros de Granada. Rincones sobre todo del casco antiguo de la ciudad, el parque de los Pinos y la casa colonial y señorial de Espuny, han centrado los escenarios de la filmación.
Otra de las características de la producción es que en el mismo porcentaje de participación pontana está el equipo técnico y los actores. Un total de cuatro integrantes de dirección y producción. Cinco especialistas locales en fotografía e iluminación, dos de sonido, dos diseñadoras de Puente Genil se han encargado de la realización del vestuario de época.
Y el corto «El buen morir» tiene mucha vida por delante. Sus mimbres le han valido el para ser seleccionado en la X edición de Cortopatía en Madrid, entre los mejores, a pesar de estar recién salido del horno.(Abc.V.Requena)
