—¿En qué medida han afectado los recortes a la enseñanza concertada?
—Igual que a la mayoría de españoles. Por un lado, en una reducción del sueldo a los profesionales de la enseñalza y al personal no docente de los centros y, por otro, en un recorte en la aportación administrativa para los gastos de mantenimiento necesarios para el día.
—¿Y lo peor está aún por venir?
—Creo que vamos a sufrir una vez más la implantación de una ley de educación que ha nacido sin consenso político y que va a ser, desgraciadamente, un motivo de enfrentamiento entre los dos grandes partidos españoles. Y eso nos pilla en medio a toda la comunidad educativa.
—¿Estamos en la antesala de un cambio en el modelo educativo?
—Afortunadamente, se está gestando un cambio en el paradigma educativo y lo podemos ver en el trabajo que se hace introduciendo las competencias básicas en educación y el trabajo cooperativo, por dar dos ejemplos significativos. Felizmente, hay en todos los centros unos equipos de trabajo que hacen día a día un esfuerzo por innovar en todos los campos necesarios.
—¿Por qué hay ahora un mayor enfrentamiento con la Junta?
—En los temas que nos atañen a nosotros, siempre estamos abiertos al diálogo. Sin embargo, en esta última legislatura notamos una falta de diálogo que puede ser potenciada por la política del bipartido que gobierna Andalucía. En etapas anteriores hemos tenido mayor fluidez en el diálogo que se ha traducido en lo que realmente importa tanto a la Administración educativa como a nuestra organización. Esto es, la mejora continua en la calidad educativa.
—¿Peligran los colegios concertados? ¿Volverán a ser privados?
—Pues yo tengo que responder que no deben de peligrar los colegios concertados, puesto que prestamos un servicio a un amplio sector de la sociedad ofreciendo un estilo educativo que convive dentro de la red de centros sostenidos con fondos públicos. Ponemos a disposición de la sociedad un patrimonio educativo que ha evolucionado a lo largo de los tiempos y que tiene contrastado su aportación al cambio necesario en la sociedad. No somos los colegios de los ricos. Somos, y así lo reivindicamos, un modelo educativo necesario para garantizar la pluralidad que ha de tener la sociedad.
—Si a la Administración le sale más barato mantener la concertada que la pública, ¿por qué cree que se encuentra amenazado el modelo de la concertada?
—Esta pregunta me gustaría que la contestara el consejero de Educación. Resulta macabramente curioso que nos ataquen cuando está demostrado nuestro ahorro efectivo para la Administración. En cuanto a la amenaza a la concertada estoy convencido de que es una cuestión puramente política.
—Al margen de su creencia religiosa, siguen prefiriendo que sus hijos se eduquen en colegios concertados. ¿No cree?
—No solamente lo creo. Sólo se deben de mirar las solicitudes que nos llegan cada año a nuestros centros. Esto es lo que nos está alentando a seguir trabajando en las condiciones que lo estamos haciendo.
—¿Qué aporta la educación concertada con respecto a la pública?
—Básicamente no diría con respeto a la pública. Como he dicho anteriormente, el modelo educativo que ofertamos desde nuestros centros es necesario para mantener la pluralidad que existe en la sociedad.
—Córdoba ha estado a punto de perder una línea del colegio Salesianos de Montilla. Y después llegaron los casos de Yucatal, Torrealba y Zalima, que perdieron 350 plazas concertadas. ¿Es la punta del iceberg?
—Espero que esto no sea tendencia y estamos luchando por ello. Hace una semana también se recibieron en algunos centros propuestas de reforma del concierto y desde Escuelas Católicas se está trabajando en ello.
—Han sido críticos con la Lomce. ¿En qué les afecta y beneficia esta normativa?
—La ley intenta dar respuesta a los graves problemas que afectan a nuestro sistema educativo, aunque es manifiestamente mejorable. Además, negamos rotundamente que sea la ley de la concertada. Hay un paso atrás en la autonomía de centros y no conecta realmente la necesidad de escolarización con la demanda. La ley no va a introducir novedades que garanticen de forma suficiente que un centro con demanda mantenga el concierto, no corrige el déficit endémico del módulo de conciertos. Perpetúa la subsidiariedad de la concertada dejándola al albur de las interpretaciones políticas que se presten desde cada uno de los gobiernos de las comunidades autónomas.
( Abc R.C.M.)
