Un grupo de periodistas, ingenieros y científicos de Austria, Alemania, Eslovenia e Italia han visitado las instalaciones de la piscina municipal cubierta que funciona con un sistema 100% renovable, ya que utiliza tres calderas de biomasa KWB Multifire de 100kW como fuente principal de producción energética y un conjunto de paneles solares térmicos como segunda fuente de energía.
El grupo se mostró muy interesado por este proceso, que paulatinamente va avanzando en los países del centro de Europa, aunque todavía es poco conocido allí. Las calderas se alimentan mediante un tornillo sinfín desde un silo común. En estos momentos la biomasa que utiliza es hueso de aceituna. Para conseguir una temperatura óptima de 28ºC para el agua de la piscina y 32ºC de temperatura ambiente, se está produciendo un consumo de una tonelada diaria del combustible en uso, lo que supone unos 60-70 euros, frente a los más de 350 € que supondría el uso de gasoil, por ejemplo.
La instalación se complementa con una instalación solar térmica, situada sobre cubierta y orientada al sur, que funciona como segunda fuente de energía, aportando, aproximadamente, el 20% del total de la energía suministrada. Y dispone de un intercambiador de calor entre ambas fuentes de energía. El correcto funcionamiento de la instalación queda garantizado gracias a la utilización de un sistema informático, que facilita la automatización de la misma