Uno de los guardias civiles que se cruzó con el individuo acusado de matar a su compañero de piso en Puente Genil en junio de 2009 destacó ayer la "frialdad" que mostró el procesado. "Estaba calmado", dijo el agente, que se encontró al sospechoso minutos después de que, supuestamente, hubiera acabado con la vida de su amigo propinándole una veintena de cuchilladas. El agente patrullaba la localidad cuando se encontró con el procesado: "Nos llamó la atención que llevaba manchas de sangre en la camisa. Nos dijo que dos hombres se estaban peleando con cuchillos y que y que él los había intentado separar", explicó ante el tribunal.
Los agentes lo invitaron a subir al coche para que los acompañara al lugar de la discusión, y él no se opuso. "Cuando llegamos las puertas de la casa estaban abiertas y había mucha sangre", describió el guardia. El reguero llegaba a casa de una vecina, donde la patrulla se encontró a la víctima malherida: "Intentó balbucear pero no pudo decir nada. Agonizaba", recordó. Otro agente descartó que el imputado presentara sintomatología "evidente" de estar bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Varios testigos relataron que el encartado era conocido en Puente Genil por su comportamiento violento. Su exsuegro recordó que el individuo era "más bien agresivo" y que se separó por un episodio de malos tratos. Un antiguo amigo lo definió como "una persona violenta". "Era conocido por sus enfrentamientos con la gente", dijo. El día de los hechos, el procesado acudió a un bar a tomar una cerveza: "Su actitud era la de una persona confundida", recordó el testigo. ( El Día de Córdoba. A.R.)
