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domingo, 18 de diciembre de 2011

ENTREVISTA AL EMPRESARIO DE PUENTE GENIL FRANCISCO XIMENEZ ROSALES

La empresa familiar instalada en Puente Genil Iluminaciones Ximénez es un referente en el sector. Las luces que iluminan en Navidad las calles de Madrid, Barcelona o Córdoba salen de la localidad pontanesa. Francisco es la cabeza visible de esta empresa familiar y desgrana en la entrevista las claves para sortear la crisis que amenaza dejara a oscuras a todo un país.

-¿Le gustan las películas en blanco y negro, donde la luz es luz y muy intensa?

-Sí, me gusta mucho el cine y la luz del blanco y negro. La luz, siempre; si voy por la calle y veo un cable enseguida estoy mirando a ver cómo está colocado. Es la deformación profesional.

-¿A quién se le ocurrió fundar la empresa?

-Yo soy la segunda generación de esta empresa familiar. Mi padre empezó en el año 48 y hoy día está ya dentro la tercera generación. La empresa somos cuatro socios, cuatro hermanos, y todos tenemos lógicamente hijos y los estamos introduciendo. Es fundamental que en una empresa familiar haya un protocolo. Las cosas tienen que estar bastante claras. Sencillamente, para que la empresa perdure, debe haber una serie de normas y requisitos importante. Mi padre empezó aquí en Puente Genil en una fábrica de luz cuando acabó la guerra, con 17 años. Primero se colocó de lector de contadores y a raíz de ahí, como no se conformaba con una nómina, era un hombre con aspiraciones, aprovechó que en Montilla hubo una feria de exposición de artesanía y se le ocurrió poner alguna guirnaldita de luz y comenzó así a funcionar.

-¿En aquellos primeros años sería difícil convencer al cliente de que necesitaba unas pocas bombillas para iluminar la calle?

-La raíz de las ferias son las ferias de ganado y luego comenzaron los aparatos de feria, las norias y poco a poco se montan las casetas de baile. Se produce una necesidad de poner transformadores de energía y acaban teniendo un recinto ferial propiamente dicho que es necesario iluminar y ningún pueblo quiere renunciar a su feria.

-Pero iluminar la Navidad es más reciente ¿no?

-Desde hace unos 15 años se empezó a promocionar más la Navidad. La feria es algo consolidado con una larga trayectoria. Siempre se han iluminado las ferias. Antes, en Navidad, se ponía algún letrerito y poco más. Fueron los grandes centros comerciales los culpables de la promoción de la iluminación navideña. Cuando aparecen las grandes superficies, como el Carrefour, es cuando despega lo que hoy día es la iluminación navideña. Iluminar la Navidad invita al consumo, mueve la ciudad, la iluminación llama a la gente, está demostrado. Llevamos 30 años montando en Madrid la Navidad y en los últimos años trabajamos con diseñadores de moda para hacer una iluminación específica. Tanto la hostelería como las tiendas salen beneficiados por la iluminación. Cuando se ilumina una calle en Navidad lo disfruta toda la ciudad.

-Este año parece que algunos pueblos han recortado las luces de Navidad y la crisis los dejará a oscuras ¿Cómo lo llevan ustedes?

-Nosotros hemos facturado un 4% menos, pero prácticamente todos los clientes han cumplido con lo que tenían previsto. Algún que otro pueblo ha decidido prescindir de la iluminación. A nosotros no nos está afectando. Iluminar las calles es una inversión y no un gasto. También hay que tener en cuenta que de iluminar viven muchas familias; en España unas 2.500 familias viven de ello. No tiene sentido destruir un puesto de trabajo para crear otro. Nosotros tenemos 250 empleados, y eso da mucha vida directa e indirectamente.

-Pasean el nombre de Ximénez por toda España, ¿hay una visión empresarial, trabajo, un poco de suerte?

-Todo el que triunfa en la vida tiene detrás trabajo, dedicación, empeño e inversión. Y la suerte viene por añadidura. Si mantienes una renovación constante, reinviertes en la empresa -que es nuestra política-, si creas trabajo, estás atento con la última generación de lámparas, los LED, todo suma. El éxito es trabajo, trabajo, trabajo.

-Puente Genil siempre ha sido una localidad muy industrial ¿tiene unas facilidades que otras no y me refiero a nivel de apoyo institucional?

-Creo que Puente Genil siempre ha tenido un carácter muy empresarial. Siempre ha sido una ciudad dinámica e inquieta en ese tema; siempre ha habido empresas de cerámica, la industria del membrillo, de droguería... Es el carácter de la gente de aquí. Indudablemente el Ayuntamiento apoya pero tampoco de un modo especial que no haga cualquier otro ayuntamiento. Es el carácter de las gentes de Puente Genil.

-Por cierto, después de Barcelona, Puente Genil fue la primera ciudad con luz eléctrica de España y actualmente ustedes dan mucho empleo directo a gente del pueblo. ¿No deberían sacar en Semana Santa a Edison en procesión?

-Evidentemente. Las empresas familiares tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Al final no sólo trabajan los padres sino que con una trayectoria tan larga en años casi familias enteras trabajan para nosotros.

-¿Qué tal el salto al extranjero?

-Tenemos una división de comercio internacional y este año hemos estado en varios sitios, incluido China, intentando entrar en el comercio internacional. Es bastante complejo porque cuesta entrar. Una vez que entras posiblemente sea más fácil. Ahora vamos a Frankfurt a una feria y procuramos estar en todas las ferias. Hemos vendido ahora a Swarovsky, haciéndole distintos motivos para sus escaparates de toda Europa. Debemos estar porque el comercio internacional es muy interesante, tienes subvenciones, el pago se hace al instante, sin demoras, con créditos documentarios; es decir, que cuando el material sale tú ya has cobrado. Uno de los problemas en España es que se te paga muy tarde, hay muchas dificultades a la hora del cobro; si antes cobrabas en 90 ó 120 días, ahora te pagan en 180 ó 210.

-¿Lograrán que algún día seamos nosotros quienes vendamos algo a los chinos?

-Yo creo que sí, por nuestro diseño. Uno de nuestros valores añadidos es el diseño, tenemos un equipo magnífico. Cuando quieren algo especial nos lo encargan a nosotros.

-Como cara visible de la empresa no parece usted muy conocido. ¿ Es una persona que prefiere el anonimato y huye del sandokanismo?

-No creas, tengo un carácter humilde pero he salido en televisión sin problemas. El problema es que vienen tanto a hacerme entrevistas que tengo que delegar en alguien porque me dejan sin tiempo para los consejos de administración.

-¿Como empresario tiene alguna solución contra el paro?

-La solución es muy compleja. Como empresario te puede decir que estamos sufriendo mucho por dos motivos: en primer lugar que como trabajamos con la administración la dificultad del cobro es mucha, con lo que siempre tienes que estar pagando los impuestos, como el IVA, antes de que cobres. Por ejemplo, tenemos ahora mismo pagados unos dos millones de euros de IVA por facturas que aún no hemos cobrado. Luego está el problema de la flexibilidad en los contratos de trabajo. Entiendo y lo puedo demostrar porque he estado en el tajo, en la grúa, que el hombre que es bueno, que es un trabajador normal, no tiene ningún problema, lo más fácil es que se jubile en la empresa. Una de las cosas importantes es poder tener flexibilidad en los contratos para poder decir: este hombre lo necesito durante tres meses, durante la campaña de Navidad, y luego aflojamos y si tengo un contrato muy rígido no puedo ajustar las necesidades de personal a las de trabajo.

-¿Sabe quién es su competencia y por qué va detrás?

-No tengo competencia directa, tengo compañeros. En Puente Genil, sin ir más lejos, hay tres empresas más de luz. Yo no tengo una competencia real.

-¿Quizá la competencia sea uno mismo, no invertir en el futuro?

-Nosotros el tema del I+D lo tenemos muy concienciado, cualquier producto nuevo que salga al mercado lo tenemos que tener inmediatamente. Es nuestra vida y reinvertimos continuamente. Ahora hemos comprado 110.000 metros cuadrados para hacer una nueva base junto a Herrera, para centralizarlo todo allí, aunque lo hemos dejado parado unos meses hasta ver qué pasa con estos malos tiempos que corren.

-¿Tiene cierto temor al futuro?

-Evidentemente. La experiencia me demuestra que en este sector no hay un problema grave pero hay que estar un poco alerta a lo que pueda ocurrir, porque de hecho vamos a tener ahora una reunión para ver cómo adaptarnos, o dónde ahorrar o en último caso si tenemos que reducir plantilla, aunque eso sería lo último y no lo tengo en mi cabeza. Quizá tengamos que recortar un poco el horario para poder adoptar los salarios a los tiempos que corren, pero lo que más nos fastidia no es cobrar algo menos sino hacerlo en un tiempo demasiado largo.

-¿Fueron prudentes en la época de bonanza y no invirtieron en ladrillo?

-No, nosotros lo reinvertimos todo en bombillas, grúas, camiones... Yo tengo un simple piso, un coche para viajar y poco más.

-¿En vacaciones se marcha a Tokio o a Nueva York a ver luces?

-No, no, cuando me dan vacaciones me voy a Fuengirola y me meto en la playa y al chiringuito. Eso lo dejo para otros más jóvenes que yo.

-¿Qué imagen cree que tienen su pueblo de usted? ¿Lo admiran, lo envidian?

-Envidia no creo. Yo creo que me aprecian y me tienen bien considerado tanto a nivel de amigo, como de familia, como por parte de las instituciones. Normalmente te aprecian más de lo que uno cree; creo que sí me tienen bien considerado.

-¿Los empresarios de membrillo no lo mirarán raro?

-Siempre me dicen, antes la gente venía aquí a por el membrillo y ahora se ha convertido esto en el pueblo de las luces. Es verdad, vienen mucha gente expresamente a ello. El mes pasado, por ejemplo, vino José Bono, el presidente del Congreso, porque nos encargó un trabajo, iluminar la fachada del Congreso y pasó por aquí a ver la fábrica. Esto tiene su encanto y hay gente que lo sigue, hay incluso gente que cuando pones las luces te dicen, ese motivo ya lo pusiste el año pasado y los estás repitiendo.

-¿Tiene usted miedo a la oscuridad?

-Miedo, miedo... Más que miedo tengo responsabilidad y preocupación de que pueda haber una bajada en el negocio, en la actividad. Tengo una carga importante de gente y mi carácter es muy responsable y quiero cumplir con mis compromisos.

-¿Qué planes tiene para cuando se jubile?

-No lo tengo todavía muy claro, pero me pasará como a mi padre, que murió con las botas puestas, porque soy una persona muy inquieta. No me veo en un casino jugando al dominó. Me dedicaré un poco más a mi familia, no tendré un horario estricto, pero no me retiraré completamente.

-No le interesa el glamour del empresario

-En ese sector soy bastante humilde.

-Con lo bien que le quedaría el coche fantástico con las lucecitas.

-Tengo la cabeza amueblada y los pies en el suelo, tengo un coche normal y un BMW para los viajes de empresa, soy muy humilde.

-¿Y le ha impregnado esa humildad a sus hijos?

-Sí, a todos. Siempre, la juventud lógicamente tiene sus rafagazos de juventud pero son conscientes y han vivido con nosotros los problemas de la empresa. Algunas veces se desmadran un poco, es normal. Pero saben que aquí hay fecha y hora fija: si tienes que iluminar la portada de la Feria de Córdoba no puedes hacerlo un día después de inaugurarla, hay presión, pero cuando lo logras lo disfrutas.

-¿Cómo le gusta que sean sus trabajadores?

-Que sea una persona normal. Eso significa que no beba cuando está en el trabajo, que sea puntual, que mire por el vehículo que tiene asignado; lo normal, y que sea trabajador y dinámico. Hay que ser muy vivo y muy responsable. El tema del plan de seguridad es también fundamental, hacemos especial hincapié porque luego hay una accidente y es terrible; eso lo miro con mucho mimo. Si es un trabajador normal seguro que se jubila con nosotros. A veces me dice alguno, "es que estoy cansado" y yo les digo "no has reventado, así que sigue trabajando", porque yo también lo hago. Nadie va a reventar. Trabaja sus horas y ya está.( El Día de Córdoba. Fernando Gonzalez Viñas )