
Llegaban los pontanos al partido sin dos hombres claves, el ex pozoalbense José Carlos López y el teórico meta titular, Paco Chirosa. Pero la baja de este último no se notó merced al recital del Ernesto Sánchez. Hasta dos decenas de paradas hubo que anotar en el haber del cancerbero, clave en un choque en el que sucedió algo que ni los más viejos del lugar recordaban en Pozoblanco. Magi Serra dejó la convocatoria abierta para poder incluir a un jugador más durante el partido. En los locales debutó directamente uno de los recién llegados, Santi González, firmado el jueves junto al extremo catalán de 17 años Dirai, que se quedó fuera de la lista como Escribano y el tercer portero pozoalbense.
El choque empezó igualado, con un Pozoblanco en su habitual defensa 6-0 y el Ángel Ximénez en una 5-1 que los locales supieron atacar con acierto. Tanto que llegaron a acumular cuatro tantos de renta (9-5, m. 18), sobre todo merced a los lanzamientos exteriores de Levente y las penetraciones de Said. Además, el Ángel Ximénez tenía muchos problemas en la circulación, que derivaban en pérdidas de balón y contraataques locales. Hasta tres firmó el Pozoblanco antes de que Elvira pidiera tiempo muerto y Ernesto Sánchez comenzara a convertirse en un muro infranqueable para los rivales.
Fue él el que mantuvo a su equipo en el partido hasta el descanso (13-12), en unos primeros treinta minutos en que merece comentario aparte la actuación arbitral de Guillena Sosa y Jiménez Navarro. Hasta once exclusiones decretaron en un partido sin tanta agresividad para ello. Ambos equipos tuvieron que jugar dos veces con doble inferioridad, convirtiendo el encuentro por momentos en un correcalles.
Tras el intermedio, el cuadro pontano empató el encuentro y se puso por delante por primera vez (16-17, m. 37). Al acierto en portería se sumó el de las contras, con un Pepe Pozo atinadísimo tanto ahí como en sus disparos desde el extremo. Sus seis tantos en la segunda parte también tuvieron mucho que ver en que los dos puntos volaran hacia Puente Genil.
El cuadro pozoalbense, que tuvo que sobreponerse a la baja durante muchos minutos de Didac Villar, que sufrió una caída tras un choque fortuito que le tuvo en el banquillo hasta el tramo final, encontró en los goles de Xiscu en suspensión el camino para no perder la cara al partido, cuyo marcador reflejó siempre ventajas pontanas de uno y dos goles. Al Ángel Ximénez le vino más que bien el cambio de la defensa 5-1 de la primera parte a una 6-0.
Así se quedó el encuentro hasta llegar a los dos minutos finales, donde el Ximénez mandaba 27-28. Los blanquillos empataron y tuvieron el balón para montar una última jugada con cuarenta segundos por delante, para la que Magi Serra incluso dispuso de tiempo muerto. Pero la jugada salió al revés y la recuperación pontana acabó en una contra que Morales transformó en el gol de la victoria (28-29). Con siete segundos sólo, el Pozoblanco logró forzar un siete metros por defensa interior, que sin embargo malograría Said Hadeff con el reloj a cero. El argelino, que había fallado el anterior, lo lanzó picado y mandó la pelota arriba. Voló así la opción del primer punto para su equipo.
28.- POZOBLANCO: Álex González, Nacho Del Castillo, Agustín Robert (3), Israel Damont, Said Hadeff (5, 1p), Bernat Tous (4) y Halasz Levente (7) -siete inicial-, Ahmed Hadeff, Dídac Villar (2), Xavi Gómez, Xiscu Asensio (4) y Santi González (2, 1p).
29.- ÁNGEL XIMÉNEZ: Ernesto Sánchez, Francisco Morales (3), Cuenca (4), Nico Godoy (3,2 p), Guille de la Sierra (2), Aitor Borrás (1) y Curro Muñoz (1) - siete inicial-, Carlos Barbero (ps), Miguel Ángel Olea (2), Porras (1), Pepe Pozo (7), Paco García (3, 1p), Sau y Luis Campos (2).
ÁRBITROS: Guillena Sosa y Jiménez Navarro, de Andalucia. Excluyeron a los locales Ahmed, Del Castillo, Robert, Said, Xavi Gómez y Levente (2); y a los visitantes Porras, Borrás, Curro Muñoz, Guille de la Sierra, Olea (2), Godoy (2) y Campos (2).
PARCIALES CADA CINCO MINUTOS: 2-1, 3-2, 6-4, 9-5, 11-8 y 13-12 (descanso), 15-15, 17-18, 20-20, 22-23, 25-25 y 28-29.
INCIDENCIAS: Partido de la cuarta jornada de la División de Honor Plata, celebrado ante unos 300 espectadores en el Juan Sepúlveda. Unos 50 de ellos llegaron desde Puente Genil, para dar colorido a las gradas.( Córdobadeporte)