Un estudio de la Unión Europea confirma lo que ASAJA denuncia desde hace años: El campo ha perdido competitividad a niveles mucho mayores que el resto de países europeos. El coste de los ínputs ha subido de media un 21%, mientras que los precios a los que se venden los productos agrarios están a niveles de hace diez años.
España es una de las grandes potencias agrarias de la Unión Europea tanto en superficie como en volumen de producción. De hecho, nuestro país ocupa el tercer lugar en lo relativo al número de explotaciones agrarias existentes, ya que tres de cada cinco explotaciones agrícolas de la UE están repartidas entre Italia (18.9 %), Polonia (15.5 %), España (12.8 %) o Rumania, según refleja un estudio elaborado por la Comisión en el que analiza la estructura de la cadena alimentaria.
En este informe además se viene a demostrar un aspecto que desde ASAJA-Córdoba hemos venido denunciando en los últimos años: la progresiva pérdida de rentabilidad del sector.
Sin lugar a dudas una de las principales causas de esta situación ha venido derivada por la rápida escalada en los últimos años de los costes de producción tanto agrícolas como ganaderos, pero que, centrados en el subsector agrario, se destacan como los principales costes que tiene una explotación agraria en la UE (además de los laborales) los de fertilizantes, fitosanitarios y semillas que suponen alrededor del 16% del total, y otros gastos como la electricidad o los carburantes suponen el 11,8 % aproximadamente.
Este estudio cifra en un 21% el incremento en los principales inputs, fenómeno que destaca de forma generalizada para la práctica totalidad de la UE entre los años 2005 y 2010, y constata un menor crecimiento en las ganancias de los agricultores en este mismo período, por lo que el resultado es una importante pérdida de renta para este sector.
Sin embargo, ASAJA quiere puntualizar que a diferencia de lo ocurrido en nuestros vecinos europeos, donde el valor de los productos agrícolas sí se han visto incrementados un 15,8 % de media en esos cinco años y siendo esta subida de un 9,7% en el año 2010, España se lleva el “logro” de ser el país con mayores diferencias entre el incremento en los costes de producción y el valor de los productos, lo cual otorga a los agricultores españoles el haber padecido en estos años una mayor merma de rentabilidad que sus vecinos europeos y viniendo a demostrar la falta de competitividad que nuestro sector agrario tiene en la UE al vivir una larga crisis de precios.
Y es que mientras que estos últimos 6 años nuestra renta ha descendido considerablemente, y nuestros precios retroceden a niveles de hace 10 años, países como Rumania, Hungría y Reino Unido han visto crecer el valor de sus cultivos un 40 %, situándose incluso por encima del incremento de costes padecido.
Desde ASAJA-Córdoba hemos venido denunciando estos años la complicada situación económica del sector agrícola y ganadero debido no sólo a ese incremento en los inputs, sino al descenso generalizado de los precios recibidos para compensar estos gastos, lo cual determina que la actividad en nuestro país no sea rentable, y agravando otros problemas colaterales que afectan al sector como son la necesaria modernización y eficiencia de las explotaciones, el envejecimiento paulatino del sector y la escasez de inversiones. ( Asaja Córdoba)
España es una de las grandes potencias agrarias de la Unión Europea tanto en superficie como en volumen de producción. De hecho, nuestro país ocupa el tercer lugar en lo relativo al número de explotaciones agrarias existentes, ya que tres de cada cinco explotaciones agrícolas de la UE están repartidas entre Italia (18.9 %), Polonia (15.5 %), España (12.8 %) o Rumania, según refleja un estudio elaborado por la Comisión en el que analiza la estructura de la cadena alimentaria.
En este informe además se viene a demostrar un aspecto que desde ASAJA-Córdoba hemos venido denunciando en los últimos años: la progresiva pérdida de rentabilidad del sector.
Sin lugar a dudas una de las principales causas de esta situación ha venido derivada por la rápida escalada en los últimos años de los costes de producción tanto agrícolas como ganaderos, pero que, centrados en el subsector agrario, se destacan como los principales costes que tiene una explotación agraria en la UE (además de los laborales) los de fertilizantes, fitosanitarios y semillas que suponen alrededor del 16% del total, y otros gastos como la electricidad o los carburantes suponen el 11,8 % aproximadamente.
Este estudio cifra en un 21% el incremento en los principales inputs, fenómeno que destaca de forma generalizada para la práctica totalidad de la UE entre los años 2005 y 2010, y constata un menor crecimiento en las ganancias de los agricultores en este mismo período, por lo que el resultado es una importante pérdida de renta para este sector.
Sin embargo, ASAJA quiere puntualizar que a diferencia de lo ocurrido en nuestros vecinos europeos, donde el valor de los productos agrícolas sí se han visto incrementados un 15,8 % de media en esos cinco años y siendo esta subida de un 9,7% en el año 2010, España se lleva el “logro” de ser el país con mayores diferencias entre el incremento en los costes de producción y el valor de los productos, lo cual otorga a los agricultores españoles el haber padecido en estos años una mayor merma de rentabilidad que sus vecinos europeos y viniendo a demostrar la falta de competitividad que nuestro sector agrario tiene en la UE al vivir una larga crisis de precios.
Y es que mientras que estos últimos 6 años nuestra renta ha descendido considerablemente, y nuestros precios retroceden a niveles de hace 10 años, países como Rumania, Hungría y Reino Unido han visto crecer el valor de sus cultivos un 40 %, situándose incluso por encima del incremento de costes padecido.
Desde ASAJA-Córdoba hemos venido denunciando estos años la complicada situación económica del sector agrícola y ganadero debido no sólo a ese incremento en los inputs, sino al descenso generalizado de los precios recibidos para compensar estos gastos, lo cual determina que la actividad en nuestro país no sea rentable, y agravando otros problemas colaterales que afectan al sector como son la necesaria modernización y eficiencia de las explotaciones, el envejecimiento paulatino del sector y la escasez de inversiones. ( Asaja Córdoba)