
Julio Rodríguez: Por su ilusión y compromiso con el equipo. Por la motivación de sus compañeros. Por unos partidos excelentes en los que ha sacado prácticamente siempre más balones que el portero rival. Y, por supuesto, por su parada final para la historia.
Jorge García Lloria: Por su protagonismo compartido en la portería con Julio. Por sus paradas a lanzamientos de seis metros y contraataques, con partidos excepcionales. Por salirse contra sus paisanos gallegos en partidos para el recuerdo, como la victoria contra el Octavio o en la semifinal contra Cangas.
PD: Un entrenador cuyo nombre ni cito les descartó por ser "la portería de la promoción" en Almoradí. De la promoción... y del ascenso a Asobal.
Raúl Bartolomé: Por seguir con la ilusión de un juvenil. Por partirse la cara en los seis metros partido tras partido y en las dos áreas. Por desatascar el juego con los goles en el pivote y ser la mitad del 2x2 Álex-Raúl. Y por los carrerones al contraataque que se ha pegado (¡impresionante!).
Emilio Esteban: Por ser la revelación del equipo para todos menos para Nolasco, que por algo lo traía. Por ser la punta de lanza de una defensa memorable. Por su despliegue físico apabullante para atascar al rival desde el avanzado. Por sus finalizaciones al contraataque y sus aportaciones con lanzamientos de nueve metros.
Rodrigo Salinas: Por ser "un portento físico" como lo definió su ex entrenador Nino Antúnez. Por sus carreras al contraataque. Por sus robos de balón y de cartera a los rivales. Por enfervorizar al equipo. Por ganar partidos en el último segundo.
Álex Álvarez: Por ser "mágico", Emilio Esteban dixit. Por parar, mandar y templar. Por machacar a las defensas desde el 1x1 y el 2x2. Por sus lanzamientos en apoyo. Y por meter el último gol de la temporada del equipo, el penalti que puso el 31-30.
Carlos Grau: Por su despliegue en defensa. Por las faltas en ataque forzadas. Por su calidad en ataque y su capacidad para encontrar huecos en la penetración hacia el punto débil. Por los robos de balón en la prórroga ante Anaitasuna que sostuvieron al equipo.
Javier Bertos: Por haber sido el jugador que más ha jugado en liga regular. Por una entrega excepcional y una defensa fiera. Por ser capaz de jugar como lateral derecho y que el equipo no sintiera la ausencia de zurdo. Por su regularidad y fluidez en ataque. Por haber sobrellevado su lesión con una sonrisa y haber sido un animador para el equipo en los momentos más duros para él.
Javier Ancizu: Por su coraje y su corazón. Por su trabajo defensivo en todos los puestos, salvo de pivote. Por sus contraataques y su labor en el doble pivote. Por apostar por Huesca teniendo otro año de contrato en Asobal. Por el sufrimiento en la semifinal contra Cangas y la capacidad para estar en la final.
Ibai Cano: Por su capitanía. Por su compromiso con el club y el equipo. Por su trabajo defensivo sobre laterales con muchos centímetros más. Por su contraataque. Por haber tirado del equipo con goles importantes en la semifinal con Cangas.
Ilija Sladic: Por su capacidad goleadora. Por desatascar defensas con sus penetraciones y lanzamiento. Por su inteligencia atacante. Por haber apoyado en momentos en defensa, aunque no sea su fuerte.
Marco Mira: Por un trabajo defensivo fundamental para el equipo, dando relevo a Bartolomé en el centro de la defensa. Por su capacidad para subir al contraataque de primera y segunda oleada. Por haber pasado de la Liga Municipal de baloncesto a la Asobal en quince meses y demostrado que un jugador así no podía estar en Huesca retirado.
Marco Escribano: Por ser Huesca en el Obearagón y representar el trabajo de cantera y a la afición en el equipo. Por estar al mismo altísimo nivel que todos sus compañeros con 18 años. Por su picardía y su concentración en los partidos. Por sus goles en contraataques o desde el extremo. Por su final con Anaitasuna, tomando el relevo de un Ancizu tocado.
Luisfe Jiménez Reina: Por haber apostado por Huesca y por haberse integrado rápido en un equipo hecho. Por sus latigazos desde fuera. Por su esfuerzo defensivo. Por haber suplido con nota la ausencia de Bertos y haber sido uno de los mejores en la fase.
Daniel Montero: Por su buena aportación en los minutos que ha tenido, fajándose con defensas duras y demostrando buenas manos en el pivote. Por su progresión. Por su capacidad para asumir un rol secundario y ser siempre una ayuda.
Y para la directiva: Por insistir pese a las dificultades y las decepciones. Por haber elegido a Nolasco como timonel del barco. Por tener los pies en el suelo y cumplir sus compromisos. Por ser elegantes hasta ante agravios comparativos como los del patrocinio deportivo del Gobierno de Aragón. ( Diario del Alto Aragon)