El POT incluye los espacios protegidos por la normativa sectorial --por ejemplo, parques naturales, humedales de la lista internacional Ramsar o espacios de la Red Natura 2000--, pero añade más. Son las zonas de protección territorial, entre las que incluye los regadíos del Genil--Cabra, donde no permitirá la clasificación de más suelo residencial que no sea colindante al urbano o urbanizable ya clasificado o previsto, ni industrias no ligadas al uso agrario, ni plantas termosolares.
Estas zonas de protección territorial serán consideradas espacios libres o suelo no urbanizable de especial protección y sus instalaciones deben quedar integradas en el paisaje. Dentro de ellas hay 15 espacios de valor paisajístico, entre ellos, los embalses de Vadomojón e Iznájar y sus entornos; o las sierras de Araceli, en Lucena, y de los Judíos, Angosturas y Zagrilla, en Priego. Allí no se autorizarán edificaciones, excepto las compatibles con los valores ambientales. El POT protege también siete georrecursos, entre ellos, la Cueva del Yeso de Baena. En ellos estarán permitidos los usos vinculados a las actividades científicas, recreativas y agrarias. También preserva ocho corredores como los de los ríos Anzur y Zagrilla, donde se permiten usos ligados a la actividad agraria. Por último, protege 16 humedales no incluidos en la red andaluza, con un área cautelar de 500 metros.
Por su parte, Antonio Sánchez se refirió al trabajo que desde la Diputación de Córdoba con todos los colectivos que trabajan en el desarrollo del comercio justo, indicando que “nuestro reto es hacer campaña de difusión entre los municipios para poner en valor sus productos”. “En una situación tan difícil como la que vivimos actualmente, -dijo- pretendemos que desde las corporaciones locales se haga llegar a la ciudadanía la necesidad de la compra de productos originarios de estos países”.
Por último, Manuel Baena, mostró su satisfacción por acoger estas jornadas “en la que se intenta concienciar la conveniencia de que todos colaboremos en el comercio justo”, matizando que se debe “exigir a nuestros gobiernos que lo desarrollen, porque está bien que compremos productos en condiciones de control de explotación, pero si nuestros gobiernos van a seguir vendiendo armas a cambio de productos fundamentales o van a seguir instigando el endeudamiento de estas naciones o mirando hacia otro lado, difícilmente solo con el comercio justo vamos a conseguir mucho”. “Animo a todo el mundo –dijo- a que practique el comercio justo, pero fundamentalmente que exija a su gobierno a que se comprometa con estos países a su limpieza democrática y la eliminación de la corrupción, y, por supuesto, que le condonemos la deuda”.(Diario Córdoba)
