Ya hay fecha para la apertura del centro de visitantes de Fuente Álamo. El 19 de marzo es el día elegido para la puesta de largo de un recinto que está llamado a marcar un antes y un después en la puesta en valor de este yacimiento romano, una referencia cultural para la zona Sur de la provincia de Córdoba y para el municipio de Puente Genil. Junto al de Torreparedones de Baena, un espacio que ha sido recientemente abierto a los visitantes, éste es uno de los parques arqueológicos de mayor importancia de la zona Sur de la provincia de Córdoba. La inauguración de esta instalación, sin embargo, se encuentra cargada de simbolismo, ya que no sólo supondrá la puesta en marcha de un complejo explicativo y de atención al visitante, sino que también permite que se valore en su justa medida todo el trabajo de excavación e investigación que se ha llevado a cabo en este espacio durante los últimos diez años.El alcalde de Puente Genil, Manuel Baena (IU), ha señalado que con la puesta en funcionamiento de esta infraestructura en Fuente Álamo se persiguen varios objetivos, como es "la obligación" de las instituciones públicas de recuperar "la historia y el pasado" de los pueblos, así como el mantenimiento del patrimonio local y la búsqueda además de la rentabilidad que desde el punto de vista turístico pueden aportar espacios culturales del calibre de este parque arqueológico que se encuentra localizado junto a la carretera de Los Arenales. Todo ello sin olvidar la adecuación didáctica que se ha realizado en este espacio. No obstante, el regidor comentó que "el trabajo no acaba aquí", sino que las excavaciones en el yacimiento van a continuar en el futuro.
El centro de visitantes, en cuyos últimos retoques todavía se está trabajando, supone también la culminación de una apuesta inversora importante que ha encabezado el Ayuntamiento de la ciudad del Genil y en la que también han participado otras administraciones y entidades, como es el caso del Gobierno central, la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial, la Ruta Turística Montilla-Moriles y la Ruta Bético Romana. Así, la inversión realizada en la última década en el parque arqueológico ha superado los 3,7 millones de euros. De ese montante económico, 2,5 millones de euros proceden de distintas instancias públicas y algo más de 1,2 -en torno al 33% del total- ha sido aportado por el Ayuntamiento.
La oportunidad para el desarrollo económico que ofrece el turismo cultural supone unas previsiones de visitas al yacimiento, una vez concluidas las obras, cifradas para el primer año entre 5.000 y 7.000 personas, de acuerdo con los datos que maneja el Consistorio de Puente Genil, si bien se trata de aproximaciones que pueden variar sensiblemente según algunos factores, como el de la promoción del propio espacio, sin olvidar que la ciudad cuenta además con un estación de AVE y que está previsto que la Autovía del Olivar repercuta favorablemente en el propio municipio.
La forma arquitectónica elegida para el centro de visitantes es el de una casa rural, configurándose en torno a un patio. Se distinguen dos unidades, una más privada que albergará talleres de restauración, vestuarios y aseos de personal, almacén, instalaciones y un pequeño taller didáctico con el fin de divulgar los distintos sistemas de restauración, así como las técnicas empleadas por los romanos. En la otra zona se encuentran dependencias como la recepción y tienda, cafetería, la zona administrativa, los aseos públicos y la sala de exposiciones permanente.
Esta intervención, que contaba inicialmente con un presupuesto de 850.000 euros y que correspondía a uno de los proyectos incluidos entre las actuaciones con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL) de 2009, sufrió una demora en su comienzo debido a la aparición de una necrópolis justamente en el lugar donde iba a levantarse el edificio, lo que obligó a desplazar su ubicación unos ocho metros hacia el Sur con el fin de integrar los restos a modo de recepción, siendo visibles al visitante. Asimismo, varios aspectos técnicos relacionados con la cimentación del edificio, diseñado por el arquitecto Ricardo Alario, motivaron algunas demoras en la ejecución.
La fisonomía del yacimiento de Fuente Álamo ha variado mucho en la última década. Entre 1987 y 1999 las excavaciones en el complejo arqueológico estuvieron paralizadas, si bien a partir de 2000 el Ayuntamiento de la ciudad marcó como prioritarias las actuaciones en el recinto. En un primer lugar, la institución municipal fue la que, en solitario, fue derivando esfuerzos hacia la infraestructura y, después de no pocas solicitudes de ayuda, fue recabando apoyo de otras administraciones hasta convertir este espacio cultural en lo que es hoy. No obstante, Fuente Álamo ha sido en este tiempo un recinto abierto al visitante, aunque será a partir del 19 de marzo cuando este aspecto de su puesta en valor alcance una dimensión mayor. Además, cuenta desde hace tiempo con unos accesos adecuados y aparcamientos.
Muchos de los objetivos remarcados en el plan de actuación de la zona ya están plenamente conseguidos, si bien todavía quedan fines por lograr. Entre los objetivos que quedan aún pendientes figura el desarrollo de acciones que aprovechen la oportunidad del turismo cultural y la puesta en marcha de un programa de investigación y divulgación científica que sitúe la villa romana en el panorama regional y nacional como referencia en el ámbito académico. No en vano, el yacimiento de Fuente Álamo abre posibilidades no sólo para albergar visitantes, sino como centro de reunión y estudio de investigadores.
Situado a apenas tres kilómetros del casco urbano, este parque arqueológico recoge fielmente cómo se organizaban este tipo de asentamientos hace miles de años y muestra lo que era la Bética de entonces. Fuente Álamo no deja de sorprender.
La villa hispanorromana parece erigirse como una representante más de la articulación rural del sur de la Península Ibérica en los siglos finales del Imperio Romano. Este ejemplo, al igual que otras villas rústicas, cumplía en el Bajo Imperio una doble vertiente, ya que era la réplica de la casa en la ciudad con todas las comodidades de ésta y además era el centro articulador de un enorme campo agrícola y ganadero por explotar.
Fuente Álamo fue seguramente el centro articulador de una zona situada en el Valle medio del Genil. La arqueología de Fuente Álamo muestra vestigios que hacen ver claramente tanto la zona de vivienda como la producción. Probablemente hacia finales del siglo VI o a principios de la siguiente centuria la villa fue abandonada.( El Día de Córdoba. Juan Ruz)
