Pese a que en casa el Ángel Ximénez, poco a poco, va haciendo sus deberes, la asignatura pendiente de puntuar fuera sigue resistiéndose. Hoy, ante Anaitasuna lo tuvo en sus manos, y por momentos pareció posible incluso la victoria, sin embargo, quizás por la falta de experiencia, quizás por los nervios, o simplemente porque sigue sin llegar el día, nuevamente cayó derrotado el equipo pontanés por un ajustadísimo 29-28, que aunque no suma en la tabla, hace ver al equipo cordobés que si hace de su casa un fortín, los resultados positivos fuera de casa acaban llegando.
Una primera parte dura, en que no se encontró el ritmo, hizo llegar al descanso con un resultado nada alagüeño, 18-13 y muchas dudas. Sin embargo, la charla del entrenador surtió efecto y el equipo visitante apretó en defensa y mejoró sus prestaciones en ataque para empatar a 23 a falta de apenas diez minutos. Tras mucha pelea y brega, los puntos se decidirían en esos minutos de tensión y nervios.
La primera parte dejó claro que la defensa de cualquier equipo local en la Asobal, si es sólida, complica la vida a cualquier rival, permitiendo a Anaitasuna marcharse incluso siete goles arriba; pero quizás por ver el encuentro casi amarrado, quizás por cambiar el chip en el Puente Genil, los segundos treinta minutos fueron otra historia y acabaron con una última jugada errada que pudo suponer el empate a 29.
En el segundo tiempo, sin embargo, el Ángel Ximénez cuajó un parcial de 0-4 que los metía de lleno en el partido y que hacía murmurar a la grada, viendo como sus jugadores erraban goles que en el primer tiempo entraban.
Poco a poco, con esfuerzo y ante ventajas menores de Helvetia, en el minuto 19 se llegaba al empate a 23, cuando, a partir de ese momento, en ningún caso el equipo de Pamplona se escapó más allá de los dos goles, y llegó a esa diferencia gracias a un destacado Nadoveza, autor de cinco de los seis últimos goles de su equipo.
Pese a que se llegó al último minuto con el equipo cordobés dos abajo y con un jugador más, Demovic anotó rápidamente, y una pérdida de balón local permitía que Antonio Ortiz y sus jugadores pudieran preparar algo para los últimos cuatro segundos.
Pero se erró en el pase del saque y ni siquiera se pudo tratar de lanzar, moría así en la orilla un Puente Genil que cada vez se acerca más al nivel competitivo que Asobal exige para tener firmes posibilidades de permanecer en dicha categoría. Ahora toca Irún, en casa este próximo miércoles.
Anaitasuna (29): Sánchez, Zuza, Bernatonis (2), Martínez (4), Garza (2), Reig (1), Etxeberría (3), Capón, Meoki (1), Montávez (3), Nadoveza (6), Borragán, Chocarro (2), Iker Antonio (2), Goñi (1) y Gastón (2).
ANGEL XIMÉNEZ PUENTE GENIL (28): Chirosa, Olea (2), Soto (1), Juande Linares (2), Morales (2), Cuenca (3), Curro Muñoz (5), Arguillas, De la Sierra (4), Baena, Fuentes, Óscar Río (4), Moreno y Demovic (5 de penalti).
Parciales: 2-1, 4-3, 10-5, 12-6, 16-9 y 18-13 - descanso- 19-15, 22-19, 22-21, 23-23, 25-24 y 29-28.
Árbitros: José Luis y Juan Manuel Vinagre Vázquez. Excluyeron a los locales Reig (m.19), Nadoveza (m.36), Garza (m.58), y a los visitantes Olea (m.4), Fuentes (m,26 y m.48 y De la Sierra (m.45).( Minuto 90 )