La venta de fincas rústicas se ha desplomado con la crisis económica pese a la importante caída de los precios de la tierra. La desaparición de inversores de otros sectores, las dificultades para acceder al crédito o la pérdida de rentabilidad de las explotaciones están detrás del hundimiento del mercado. El INE confirma con las cifras lo que los propietarios y operadores vienen constatando desde hace tiempo. El pasado año se produjeron en la provincia de Córdoba solo 1.711 operaciones de compraventa de fincas rústicas, un 55,2% menos que las que se hicieron en el año 2007 cuando el sector estaba en el punto de mira de inversores de otros sectores como la construcción o la joyería. Esta disminución de ventas de Córdoba supera la bajada andaluza (-54,8%) y nacional (-46,1%).
Los profesionales del sector confirman que la tierra ha dejado ya de ser un valor refugio. Si en el año 2007 se alcanzó el máximo de operaciones, con 3.827, desde entonces no ha dejado de reducirse el volumen de adquisiciones hasta el punto de que solo se adquieren fincas convertidas en gangas por la necesidad urgente del vendedor de deshacerse de ellas. La caída de las ventas ha provocado también que el valor de la finca se acerque a su precio de rentabilidad con la crisis, tras alcanzar el máximo en el 2008. La Junta de Andalucía recoge que el precio se ha reducido un 10,8% desde entonces. Asimismo, las valoraciones de las fincas rústicas han bajado entre un 25 y un 40% al acercarse el valor de mercado con el de rentabilidad, a lo que se une la reducción del capital prestado por las entidades financieras. "Si antes llegaban a aportar entre el 75 y el 80% del valor de la finca, ahora se suele llegar a un 50%", afirma Luis López-Crespo, tasador homologado por el Banco de España. El secretario provincial de UPA, Miguel Cobos, reconoce que en los años anteriores a la crisis existió "mucha especulación" por la entrada de sectores ajenos a la producción "que provocaron que el precio de la tierra subiera de una forma artificial". Cobos opina que el precio de la tierra se había alejado de la rentabilidad real de la producción. En esta corrección, además de la caída de los precios en origen y el incremento de los inputs, ha influido también la incertidumbre generada por la futura reforma de la PAC. "Ahora mismo no es atractivo invertir en tierra", asegura el dirigente de UPA. ( Diario Córdoba. F. Expósito )
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