“En la ciudad de Córdoba sigue habiendo abortos provocados, matanza de inocentes en el seno materno. (…) Hoy los cristianos, en este y en tantos otros temas, no tenemos voz en el Parlamento, no nos sentimos representados en ninguno de los partidos políticos del arco parlamentario. Todos han claudicado ante el pensamiento único, haciéndose indiferentes ante el clamor de esta matanza de inocentes”. Son las contundentes palabras del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, que este jueves celebraba la Misa de la patrona de la ciudad, la Virgen de la Fuensanta.
Durante la homilía, el prelado no dudó en denunciar la orfandad de los católicos en la vida política, sin ningún grupo que alce la voz por los valores que, de verdad, son importantes para ellos.
“Los tiempos que nos toca vivir no son fáciles. Vamos saliendo de una crisis económica que ha trastornado los parámetros de nuestra sociedad. Pero más al fondo de todo eso, está el cambio de época y de paradigma para el hombre, para la convivencia social, para construir un mundo nuevo”, decía monseñor Fernández, que recordaba las palabras del Papa Francisco durante la canonización de Teresa de Calcuta, recordando aquel célebre “no los matéis, dádmelos a mí’. “¿Qué diría hoy?”, se preguntaba el obispo.
Unas palabras que se llenan de sentido en una España que vive un escenario de ingobernabilidad y en la que ninguno de los partidos que pelean por formar Gobierno integra en sus programas la defensa, por ejemplo, del no nacido. La abandonó el Partido Popular al meter bajo llave la reforma propuesta por el entonces ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón. Tampoco la lucha contra la ideología de género, que pretende imponer su moral única en los colegios de toda España -el ejemplo más reciente es la totalitaria ley aprobada en el Gobierno de Cristina Cifuentes- tiene cabida en los debates políticos. Sólo partidos como VOX, que no tiene representación en el Congreso, han incluido en sus programas asuntos de tanta trascendencia.(La Gaceta).
